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miércoles, octubre 23, 2024

PERVERSIDAD POLÍTICA

J MA. CARDONA

 

El gobierno de López Obrador atraviesa una profunda crisis en tres ámbitos, una crisis económica de magnitud jamás imaginada, la crisis sanitaria y la de seguridad pública.

En medio de esta situación tanto López Obrador como las fuerzas políticas de oposición menguadas están afilando sus armas con rumbo a la elección del 2021, mientras que el país y sus habitantes viven una verdadera tragedia, pero para la clase política y el gobierno de la 4T eso no es importante, ni la crisis sanitaria por el Coronavirus que ha dejado un saldo de más de 25 mil muertos por el mal manejo de la pandemia, pero eso se tratara más adelante. La crisis económica donde todos los indicadores para el mes de marzo registraron un decrecimiento negativo de dos dígitos, y qué decir de la crisis de seguridad que ya toco el corazón del país que es la Ciudad de México donde los carteles se disputan el territorio.

En cuanto a la crisis económica, el Inegi empezó a dar a conocer los primeros resultados del comportamiento de todos los indicadores económicos para el mes de marzo, cuando todavía no se declaraba la emergencia sanitaria y todos estos en términos de inversión, consumo y crecimiento por sectores de la actividad productiva observan números negativos de dos dígitos, lo que significa que este comportamiento en actividad económica no es producto de las medidas adoptadas por el Coronavirus sino por un pésimo manejo de la política económica por parte del gobierno de la 4T; el paro de las actividades productivas no esenciales se llevo a cabo después del 23 de marzo, por lo tanto no se puede atribuir al cierre de la economía, es decir que es resultado directo del programa de austeridad implementado por López Obrador por 4 mil 110 millones de pesos, además de los recortes anteriores al gasto publico que contribuye directamente a la caída de la actividad económica del país.

Por lo que se refiere a la crisis sanitaria la cosa es peor, ya que con la reapertura de las actividades económicas no esenciales, los casos de contagio de Coronavirus se dispararon mas allá de lo proyectado por parte de las autoridades de salud encabezadas por Hugo López-Gatell con los siguientes resultados hasta el día 28 de junio, donde los casos confirmados fueron 216 mil 852, los negativos 275 mil 203, los sospechosos 64 mil 143, las defunciones 26 mil 648, los recuperados 126 mil y los activos que significa la pandemia 25 mil 558. Con estos resultados la política adoptada por las autoridades sanitarias constituye un verdadero fracaso. Más aun que con la reapertura de las actividades económicas no esenciales, el crecimiento de los contagios ha sido exponencial porque la movilidad social a aumentado hasta un 40 por ciento.

El gobierno de López Obrador opto por la reanudación de la actividad económica en lugar de proteger la vida de los mexicanos, así lo confirmó, el propio López-Gatell cuando aseguro que no se podía continuar con el confinamiento de la población y la economía parada, mas aun cuando la pandemia no se puede detener ni eliminar de un día a otro, esto significa darle prioridad a la actividad económica sobre la vida humana para garantizar las ganancias de los grandes capitales.

La tercera dimensión de la crisis de López Obrador es la de seguridad, que la semana pasada llegó a la máxima expresión cuando se registró el atentado contra el secretario de Seguridad Ciudadana Omar García Harfuch en el corazón de la propia Ciudad de México por el Cartel Jalisco Nueva Generación dando una demostración de poder militar y desafiando el poder presidencial como una respuesta contra las acciones en términos financieros que el gobierno de la 4T lleva en contra de este cartel.

El golpe fue directo al rostro del propio López Obrador, que puso al desnudo la poca capacidad de inteligencia para combatir al crimen organizado y el hecho de que por primera vez un cartel con una alta capacidad de fuego llegara al corazón de México habla de que la estrategia para combatir al crimen organizado está fracasando y es un elemento importante en la crisis de gobernabilidad del gobierno de López Obrador, aunque se diga lo contrario.

Pero volvamos al principio de esta entrega, López Obrador inicio la campaña electoral del 2021 cuando dio a conocer primeramente el documento de lo que se denomina el Bloque Amplio Opositor (BOA) y después cuando declaro en su conferencia mañanera de que él va a ser el garante del proceso electoral del 2021 lo que desencadeno fuertes críticas por parte de los analistas, ya que la organización de los procesos electorales de México le competen exclusivamente a los ciudadanos y el presidente debe de estar al margen y callado en este asunto.

Por su parte todas las fuerzas políticas del país ya se están moviendo y haciendo sus cálculos políticos en medio de esta crisis del gobierno de la 4T y la tragedia por la pandemia del Coronavirus.

Lo que constituye una perversidad que significa: Que corrompe las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas.

Así tanto para el gobierno de López Obrador y la oposición política menguada, los efectos sociales por la pandemia no constituye una prioridad en su agenda política lo cual significa una perversidad política que ofende en estos momentos a la mayoría de los ciudadanos ante esta tragedia nacional por el Coronavirus y la crisis económica así como la de seguridad pública.

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