Por si la crisis en el turismo derivada de la pandemia no fuera suficiente, la semana pasada el sitio oficial de Visit Mexico estuvo suspendida desde el viernes pasado por falta de pago. La noticia se volvió viral en redes sociales y generó un escándalo a las ya desafortunadas acciones de gobierno federal. Incluso llego a comentarse que se había tratado de un hackeo del portal, lo cual más tarde fue desmentido.
Además de que la imagen de México se vio afectada por la falta de pago, lo más importante es que se está afectando el programa de recuperación económica turística que pretende que millones de personas que viven de esta actividad tengan las posibilidades para hacerlo.
Ya parece disco rayado pero se siguen presentando las afectaciones por la pandemia COVID-19 en varios sectores, en días pasados, Francisco Fernández Alonso, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), admitió que con un aforo de comensales limitado al 30% y horarios restringidos para la operación de los restaurantes, el panorama para el cliente no es atractivo, por lo que se espera “una muerte lenta, pero segura” para los restauranteros en los próximos dos meses.
Las cifras que compartió la Canirac a nivel nacional indican que 90,000 restaurantes bajaron sus cortinas y con ello desemplearon a 300,000 trabajadores, debido al confinamiento por la pandemia de COVID-19. A pesar de que se mantuvo el servicio a domicilio y con la reapertura paulatina de estos establecimientos en algunas ciudades, no se ha frenado la crisis. Como ya se ha comentado, se trata de un tema de confianza en donde los comensales se sienten temerosos a contagiarse al visitar un restaurante, lo que echa abajo las inversiones para cubrir los protocolos sanitarios y los equipos de los empleados.
De acuerdo con cifras del Inegi, la industria restaurantera tenía un valor de más de 300,000 millones de pesos anuales antes de la pandemia: sin embargo, Fernández refirió que “por cada día que no se opera, son alrededor de 800 o 1,000 millones de pesos diarios que se dejan de ingresar. Cabe mencionar que a la Canirac están afiliadas 600,000 unidades de negocio. Los estados más afectados son Puebla, la CDMX, el Estado de México y Nuevo León. Al momento, el dirigente empresarial cuantifica las pérdidas globales para sus agremiados por el orden de los 75,000 millones de pesos desde el inicio de la pandemia. Así mismo, el presidente de la Canirac mencionó que si la administración federal ofreciera deducibles de impuestos en cuanto al consumo en restaurantes podría ayudar a que estos negocios puedan tener un mejor panorama.
Aquí en Michoacán, el panorama para el sector de alimentos y bebidas es también desalentador. Sigue la incertidumbre y la preocupación de los empresarios, ya que una gran proporción de los empresarios del sector no está en condiciones de aguantar más tiempo sin ganancias por las bajas ventas. De igual manera, ante la paulatina reactivación económica, aunque ya abrieron muchos establecimientos, las pérdidas se han mantenido.
@juanmtello