ELECCIÓN 2018; ¡CARENTE DE VALORES!
Con exagerada anticipación a los tiempos electorales dispuestos por la legislación de la materia, en México han salido a hacer su lucha para llegar como candidatos a la Presidencia de la República más de 20 políticos conocidos.
En el refranero de nuestro idioma encontramos, troquelado por la sabiduría popular: “Al que madruga, dios lo ayuda”.
Pero también, producto de esa misma forja lingüística tenemos: “Al que madruga, dios lo arruga”.
Por sentencias anónimas y colectivas no paramos, pues para cada caso la gente común suelta su ingenio, gracejado, para regrabar su presencia en el mundo.
Acaso el decano de los suspirantes al grave cargo de Presidente de México es Andrés Manuel López Obrador, quien ha usado, a su favor, otra locución popular para justificar su tenaz insistencia y recrear su rayito de esperanza: “A la tercera, va la vencida”.
Complementado el anterior proverbio, nos lo encontramos en La Celestina de Fernando de Rojas (1474-1541): “A la tercera va la vencida… a partir de aquí la tenéis perdida”.
Sin embargo, no por aforismos, sino por justo enojo y fundada desconfianza a lo establecido, reconvertidos en simpatías y votos para Andrés Manuel, éste puede lograr la presidencia del país, y por ende el poder, a pesar de los chanchullos electorales de quienes han ejercido el poder, antes eficaces para no dejarlo llegar, y ahora tan costos y enfermizos para ser eficientes.
Pero, ¿para qué quiere obtener el poder López Obrador?
La respuesta la encontramos en su propio decir: “No buscó el poder por el poder, sino que deseo servir al pueblo”.
Contestación correcta, pero ordinaria y socorrida que encontramos en el discurso de los precandidatos de todos los partidos políticos, incluyendo a los supuestos independientes.
Eso nos contestarán, palabras más o conceptos de menos, Ivonne Ortega Pacheco, Margarita Ester Zavala Gómez del Campo, Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray Caso, Eruviel Ávila Villegas, Miguel Ángel Mancera Espinosa, José Antonio Meade Kuribreña, Aurelio Nuño Mayer, José Ramón Narro Robles, Enrique Octavio de la Madrid Cordero, Juan Manuel Zepeda Hernández, Ricardo Anaya Cortés, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, Gustavo Madero Muñoz, Rafael Moreno Valle Rosas, Miguel Ángel Yunes Linares, Silvano Aureoles Conejo, Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, Eruviel Ávila Villegas, Marcelo Luis Ebrard Casaubón, José Calzada Rovirosa, Carlos Slim Helú, más lo que se sumen en los próximos meses y, quizá, alguno de los últimos en surgir será el elegido.
Nunca hubo tantos, pero jamás han sido tan poco, porque forman parte de un montón innecesario, y en ese enjambre hay de todo, perdiéndose los valores de las individualidades.
Así lo ha programado la mafia en el poder, cuyo domicilio está en el extranjero: tener ciudadanos manejables, y partidos y candidatos sin valores ideológicos, para ir por el rumbo que nos ordenan.
Salvo que…