La retórica gubernamental del Presidente plagada de populistas mentiras llegó a los discursos de gobernadores presentes en la inauguración de la terminal aérea Francisco Ángeles; dijeron lo que el presidente quería escuchar.
En la inauguración de una obra inconclusa, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum quien se encargó del mensaje político del presidente, expresó que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles constituye la esencia de la cuarta transformación de la vida pública de México, frente al negocio de unos cuantos.
El gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo aseguró que el Aeropuerto de Santa Lucía “es la obra de infraestructura más importante concluida en nuestro país durante el presente siglo”.
Mientras tanto, el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, comentó que el aeropuerto de Santa Lucía beneficiaría a todo México, en específico a la Zona Metropolitana del Valle de México.
Por su parte, el gobernador michoacano Alfredo Ramírez Bedolla aseguró que la obra es de gran infraestructura, de clase mundial y era un “orgullo nacional”.
En la nueva terminal aérea, se han gastado 115 mil 981 millones de pesos, es decir, el 38 por ciento más de los 84 mil millones planteados al inicio por las secretarías de Hacienda y de la Defensa Nacional. Y digo se han gastado porque aún no se culmina y los costos podrían elevarse.
La obra entró en operación entre acusaciones de opacidad, contratos sin licitar, empresas de reciente creación con adjudicaciones millonarias, proveedores con antecedentes de corrupción y sin certificación internacional.
Lo rescatable de las obra, es el trabajo dedicado y profesional de los elementos del Ejército Mexicano que tuvieron que hacerla de todo, desde albañiles, hasta actores. Mis respetos.
Es muy aventurado afirmar que el recién inaugurado aeropuerto, es una obra al nivel de las mejores del Mundo. La verdad, es que el nuevo aeropuerto está muy lejos de ser un verdadero aeropuerto internacional de primer nivel.
Habría que conocer primero aeropuertos como los de Haneda y Narita en Japón, el Incheon en Seúl, el Changi de Singapur, el de Hamad en Dhoa, Frankfurt en Alemania, Atlanta, Chicago y Dallas en Estados Unidos, o el Hearthrow de Lóndres para saber qué es, como funcionan y cuantos pasajeros mueven anualmente, para ser considerados de clase mundial.
Además de contar con estrictas medidas de seguridad, tecnología de punta en todas las áreas, conexiones directas a trenes, autobuses y cualquier servicio del transporte público, todos ellos, son un poema de arquitectura que hace la estancia de los pasajeros un verdadero placer.
Desde luego una de las obras insigne del gobierno de López Obrador, está al nivel de la transformación de cuarta que está llevando a cabo su administración. México requería un verdadero aeropuerto internacional de primer nivel, no una terminal aérea.
Sin embargo hay que verlo con objetividad, el Aeropuerto Felipe Ángeles contribuirá a la movilidad aérea nacional que tanta falta le hace al país.
No era la obra de infraestructura aeroportuaria que requería México ni la que merecíamos los mexicanos.