La evolución de la sociedad mexicana ha sufrido cambios radicales en las últimas décadas en todos los sentidos, ha modificado valores, costumbres, conformación, gustos particulares y preferencias sexuales entre sus integrantes, lo que ha conformado una sociedad diversa, activa, adaptable a las situaciones prevalecientes en el país y en el mundo.
Esta diversidad se hace más evidente en las preferencias sexuales que hoy en día se busca ejercerla en plenitud y de manera abierta, lo que ha inconformado a sectores tradicionales de la población.
La diversidad sexual y de género es un término que se usa para referirse, de manera inclusiva, a toda la diversidad de sexos, orientaciones sexuales e identidades de género sin necesidad de especificar cada una de las identidades, comportamientos y características que conforman esta pluralidad.
Desafortunadamente, esta situación ha provocado discriminación y hasta violencia hacia quienes de manera pública quieren disfrutar de su preferencia abiertamente.
Tenemos que partir de la premisa de que todas las personas de todas las edades, de todas las culturas, de todo el mundo, somos idénticas porque tenemos la misma dignidad humana y gozamos de los mismos derechos humanos.
Al mismo tiempo, todos los hombres y todas las mujeres, tenemos una identidad propia, personal e irrepetible, que nos hace ser diferentes, diversos y nos lleva a tener deseos e intereses distintos.
La diversidad y el respeto son valores que en los últimos años han sido reconocidos como resultado de la necesidad de una mejor comprensión de las relaciones entre las personas y los grupos.
Sin embargo aún hay mucho por hacer para alcanzar la igualdad, el reconocimiento y el respeto a las personas que presentan gustos diversos en materia sexual y erótica.
El grupo social integrado por homosexuales, lesbianas, bisexuales o de diversidad de género, son objeto de intolerancia que tiene como fundamento el rechazo a todo aquello que se considere diferente y con este argumento se justifica la discriminación.
Una persona intolerante no acepta la pluralidad como marco de convivencia porque no reconoce ni se da cuenta de que en la diversidad se encuentra la posibilidad de enriquecimiento personal y social de todas las esferas personales y sociales.
La discriminación que se comete en contra de las personas por sus identidades sexuales es conocida como homofobia, la que provoca rechazo, discriminación y finalmente violencia.
Es tiempo que las familias mexicanas eduquen a las nuevas generaciones con una mentalidad incluyente y de respeto a la diversidad existente en nuestra sociedad.