Franco Coppola reviró que ante crímenes de ministros religiosos “no hay nada contra sacerdotes”, pero por otro lado reconoció en pederastia de sacerdotes “una enfermedad, no una caída”
Contrariamente a ser un país muy católico y que acoge con cariño a la gente, México vive un sumo estado de violencia y desigualdad, afirmó el Nuncio Apostólico, Franco Coppola, en rueda de prensa ofrecida hace unos minutos junto a Monseñor Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia a quien impondrá el Palio Arzobispal ya bendecido por el Papa Francisco.
También a pregunta expresa, estimó el representante de El Vaticano en México percibir que haya algo contra los sacerdotes “sería injusto decirlo, México es un país muy acogedor, los mexicanos son muy católicos, no hay nada contra los sacerdotes”, enfatizó con respecto a que han sido objeto de crimen y desaparición en varios puntos del país. Más bien definió que “la sociedad mexicana es una sociedad que padece mucha violencia y los sacerdotes son parte de esta sociedad”, por lo cual son víctimas de ésta junto con el pueblo del cual forman parte.
De hecho, por su condición de sacerdotes resultan más indefensos.
Descartó el enviado papal tener registradas amenazas de muerte de parte del crimen organizado contra algún sacerdote, no al menos hay ninguna de la que tenga conocimiento la Nunciatura Apostólica ni el Arzobispado de Morelia. Y si bien señaló no tener una instrucción de su Santidad en particular sobre el asunto de la inseguridad, dijo que está el llamado del Santo Padre “a la implicación: estamos en un país donde todos estamos implicados”, tras lamentar que un país tan católico como México esté atravesando tal situación violenta, e, incluso, reviró que una nación como la mexicana llena de fe católica no puede permanecer inerme ante la cruel violencia que se vive.
Violencia que, agregó, preocupa mucho al Sumo Pontífice.
El Nuncio Coppola señaló también que México tiene un lugar muy importante para el Vaticano en particular, pues es el país que concentra al mayor número de fieles católicos, comparado con su extensión perimetral, además de que geográficamente está ubicado entre Estados Unidos y América Latina: “hay alguien que habla de construir muros, y la Iglesia Católica construye puentes”, pronunció.
Esta es la décima visita del representante de Su Santidad, quien ante los reporteros esta media mañana habló de la pederastia en que se han visto implicados sacerdotes y jerarcas religiosos y la definió como “una verdadera enfermedad, no es una caída, no se puede perdonar y mañana empezar nuevamente”, por ello dijo que la Iglesia actuará de manera más seria con conocimiento de este problema y por lo cual está tratando de atender todas las denuncias, y también se trata de preparar a los seminaristas y darles apoyo psicológico desde su instrucción en el ministerio diocesano para que sean personas equilibradas, dijo, para que no lleven heridas de su infancia o su juventud que después puedan tener consecuencias.