EL MORTÍFERO FENTANILO
Además de las muchas diferencias que existen entre los gobiernos de México y Estados Unidos, acentuadas durante la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, hay una que podría provocar una ruptura en la histórica amistad de buenos vecinos y socios comerciales entre ambos países.
Me refiero a que la DEA y el Departamento de Estado, acusan que México no está haciendo nada por frenar las toneladas de droga que entran a su país todos los días, especialmente del opioide sintético llamado Fentanilo que provocó en el país vecino más de 100 mil muertes por sobredosis en 2021.
El Fentanilo es un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente. Al igual que la morfina, por lo general se receta a pacientes con dolores intensos, especialmente después de una operación quirúrgica y su problema ocurre cuando se necesita consumir cada vez mayor cantidad de la droga o consumirla con mayor frecuencia para lograr el efecto deseado.
Este sintético, que se produce en distintas entidades de nuestro país, ha desbancado a la cocaína, el crack o el cristal como la droga preferida por los adictos del país vecino.
El fentanilo se ha convertido en la droga más popular entre los jóvenes mayores de 19 años de los EU por su precio bajo en el mercado negro y por uno de sus principales efectos: “felicidad extrema”. Diariamente mueren 130 estadunidenses por sobredosis, cifra de la cual el mayor porcentaje es a consecuencia de su consumo.
De acuerdo con la DEA el fentanilo se ha convertido en la droga que más ingresos deja a los grupos criminales, los cuales con sólo una inversión de 5 mil dólares comprando productos químicos en México o China, pueden hacer miles de píldoras para generar millón y medio de dólares de ganancia.
“El fentanilo es la amenaza de drogas más letal que nuestra nación jamás haya enfrentado”, dijo la administradora de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Anne Milgram. “Desde las grandes ciudades hasta las zonas rurales de Estados Unidos, ninguna comunidad está a salvo de la presencia del fentanilo”, externó.
Ya el Departamento Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la Organizaciones de las Naciones Unidas, lanzó la primera alerta sobre el consumo de fentanilo en México.
En su último informe reportó que del 2002 al 2016 el uso de las drogas de diseño como el fentanilo se multiplicó nueve veces, entre la población mexicana, ya que pasó de 0,1% a 0,9%. Pero de acuerdo a la información surgida del primer foro “Consumo de Fentanilo y Cristal” que se llevó a cabo en la Cámara de Senadores encabezado por la Comisión Nacional contra las adicciones, el consumo de fentanilo en México y América Latina se ha incrementado en un 500%.
El agente de la Administración de Control de Drogas (DEA) en Washington, Jarod A. Forget, asegura que han observado “un gran incremento en la cantidad de píldoras de contrabando, hechos directamente por los carteles mexicanos.
Según los reportes de la DEA un kilo de la droga equivale a 50 de heroína, un kilo en polvo se puede transformar en un millón de pastillas de un miligramo. En el mercado negro ese kilo podría generar ingresos ilícitos hasta por 20 millones de dólares.
Lo más preocupante, es que los Cárteles que trafican ésta nueva mortal droga, la están añadiéndolo a la coca y cristal para acelerar su adicción entre los consumidores.
Para el gobierno de Washington, éste tipo de problema no se puede afrontar con abrazos, sino aplicando todo el peso de la ley sobre los traficantes algo que el gobierno mexicano, según reiteran las autoridades estadunidenses, no están dispuesto a realizar.
No hay, a la vista, ningún programa específico en el gobierno mexicano ni de atención ni de prevención para atender este gravísimo problema de salud que está por alcanzarnos.