AL BORDE DEL ABISMO
Dentro de los muchos problemas que enfrentamos cada día, hay uno que debe preocuparnos y mucho porque no podemos hacer nada por resolverlo; no es por ser fatalista pero la humanidad está a un paso de caer al vació y poner en riesgo nuestra existencia como especie, se trata de un posible conflicto nuclear entre Rusia y los países de la OTAN, conflagración que sería devastador para el planeta y para la civilización actual.
La invasión rusa a Ucrania ha afectado globalmente el comercio, la economía, la composición geopolítica del mundo, y amenaza con convertirse en la Tercera Guerra Mundial de la cual no habrá ningún ganador, al contrario, todos perderíamos, hasta los que no tenemos nada que ver con el conflicto.
Al invadir Ucrania, Rusia creía que su poderoso ejército aplastaría rápidamente la resistencia ucraniana, pero se han enfrentado a un enemigo valiente, organizado y decidido a defender su país, al grado que ha hecho retroceder al ejército ruso y ha ocasionado miles de bajas entre sus soldados.
No obstante que el gobierno soviético ha logrado ya parte de su objetivo al invadir Ucrania, y anexarse cuatro de sus provincias, persiste en continuar con la ocupación.
La comunidad internacional ha condenado a través de los foros internacionales los operativos militares rusos que han provocado cientos de muertes y exigen su retirada inmediata.
Aunque la ayuda de los países europeos y Estados Unidos ha sido clave para la defensa ucraniana, la posibilidad de que Kiev se incorpore a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, ha desatado la furia del presidente ruso Vladimir Putin que amenaza al mundo con una guerra nuclear si esto sucede.
De hecho, Ucrania, el pasado 30 de septiembre tras la anexión rusa de cuatro regiones, a través de su presidente Volodímir Zelenski ha solicitado a la Organización su adicción formal, petición que no ha sido aceptada por las repercusiones que esto traería para Europa y para el mundo, sería suicida.
Putin ya ha advertido que si Ucrania forma parte de la OTAN usará su armamento nuclear, lo que ha provocado diversas reacciones por parte de los líderes mundiales.
Por ello, el presidente ruso ha ordenado el ataque a la población civil en diversas ciudades ucranianas que han dejado cientos de civiles muertos y graves daños a la infraestructura del país, como la destrucción del Puente de Crimea; lo anterior como advertencia de que sus intenciones de iniciar una conflagración nuclear son reales.
Para los analistas internacionales, la verdadera desesperación de Putin radica en que su ejército se está quedando sin armamento y sin aliados al tiempo que el reclutamiento aunque obligatorio, ha sido un fracaso.
Por lo pronto, en Europa ya se habla de la instalación de un escudo antimisiles y de la habilitación de cientos de refugios para la población civil ante una eventual guerra nuclear que eso sí, sería la última.