PENJAMILLO Y AGUILILLA, INGOBERNABLES
Descuido, falta de oficio o simplemente indiferencia, es lo que están demostrando los operadores políticos del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla; han evadido resolver la ingobernabilidad que se presenta al menos en dos municipios de la entidad: Penjamillo y Aguililla, tal vez porque no han querido o no han sabido cómo hacerlo.
En el primer caso, sobre la problemática que enfrenta el cabildo del ayuntamiento desde principios de octubre pasado, ni el Poder Ejecutivo en el Estado ni el Legislativo han actuado de forma pronta y expedita para decretar la desaparición de poderes o instalar un Consejo Ciudadano que sustituya al cabildo.
Sus integrantes han huido del municipio, supuestamente por amenazas de la delincuencia organizada por lo cual el ayuntamiento se encuentra paralizado, Al frente queda solamente la alcaldesa Xóchil del Río Carranza, quien en un principio fue acusada por cuatro regidoras y la síndica de corrupción en el ayuntamiento.
Ante ésta situación, las cinco integrantes del cabildo decidieron abandonar la comunidad, tras recibir amenazas de muerte, no sin antes responsabilizar a la presidenta municipal, emanada del Partido Encuentro Solidario, de ser la autora intelectual de las amenazas.
Cabe recordar que la actual autoridad municipal asumió el cargo, luego que, el candidato ganador de la elección Gilberto Mejía Salgado, fuera secuestrado y que hasta este momento se desconoce su paradero.
El otro asunto donde también el gobierno del Estado no ha podido solventar es el municipio de Aguililla, donde los integrantes del ayuntamiento se encuentran enfrascados en la disputa por los cargos públicos y el control de los recursos.
En septiembre pasado, el secretario general de Gobierno, Carlos Torres Piña, había acordado con la alcaldesa María de Jesús Montes realizar algunos cambios en el ayuntamiento que permitieran su operatividad además de investigar el hackeo y la desaparición de las arcas municipales de tres millones de pesos.
Sin embargo, este acuerdo no se respetó y pese a la reunión sostenida esta semana con los integrantes del cabildo para encontrar una salida a la problemática que enfrenta el municipio, las diferencias entre la alcaldesa y los regidores fue insalvable, lo que apunta hacia la desaparición de poderes.
La inacción oportuna del gobierno estatal en éstos dos Ayuntamientos, revelan que Ejecutivo y Legislativo no quieren meterse en problemas que obviamente son de su competencia, sólo miran desde afuera la problemática política que afecta la vida de cientos de ciudadanos que habitan en esa demarcaciones.
Habría que recordarles que la población de ambos municipios viven desde hace tiempo bajo la sombra de los grupos criminales, afrontando la violencia cotidiana y que ahora no hay ni siquiera, una autoridad que los represente.
De no hacer algo, pronto serán más los ayuntamientos que enfrenten esta dinámica que, al no ser atendida, puede interpretarse como complicidad.
