DÍA DE REYES
Fieles a la tradición de adoración al niño Jesús, este seis de enero miles de familia celebraron en México y en varios países el Día de los Reyes Magos; conocidos como Gaspar, Melchor y Baltazar, soberanos que desde Oriente viajaron a Jerusalén guiados por una estrella, para adorar a un profeta recién nacido, cuenta la historia.
Según la leyenda, montados en un caballo, un camello y un elefante, los Reyes Magos llevaban oro, incienso y mirra como regalos para el Niño Dios, hijo de María y un carpintero llamado José.
Este capítulo Bíblico, es una de las tradiciones más arraigadas e importantes en la cultura católica mexicana que es celebrado en todos los rincones del país y es, sin duda, el día más esperado por los niños.
Desafortunadamente, esta icónica celebración, se da en momentos en que el país se encuentra convulsionado por la violencia y la desesperanza, afrontando una crisis económica sin precedentes que ha originado que más de dos millones de mexicanos engrosen las filas de la pobreza.
Por ello, este importante día debe servirnos para reflexionar sobre lo afortunados que somos al tener salud, trabajo y lo más importante, una familia donde exista el amor, comprensión, solidaridad y todos esos otros valores que nos hacen ser humanos asertivos.
Muy bueno que autoridades locales y los cuerpos de la policía estatal hayan regalado juguetes a cientos de niños pobres que, de otra manera, no hubieran tenido oportunidad de celebrar este mágico día para los todos los pequeños.
La bondad y la generosidad hacia ellos, debe ser incondicional y permanente, especialmente este día que lo esperan con tanta ilusión. La sonrisa de un niño no tiene precio y verlos felices debe ser nuestro mayor anhelo.
