Edson Arantes do Nascimento Pelé es, sin dudarlo, el gran símbolo del fútbol en el mundo, evocarlo es hacerlo con el arte y la magia de la que hizo gala durante los años como futbolista activo, lapso en el que escribió una enriquecedora e inspiradora historia que marcó un antes y un después tras su aparición en el terreno de juego. Lo complicado lo hizo ver fácil en las canchas, porque dejó una verdadera poesía con sus jugadas de fantasía, ese aporte estético ahí está para siempre.
El fútbol en el mundo adquirió otros componentes a partir de Pelé quien ganó una copa mundial en Suecia 1958 a los 17 años de edad y posteriormente sumaría dos más para alcanzar el tricampeonato que habría de coronar en el estadio Azteca de la Ciudad de México en 1970 con una exquisita selección brasileña que levantó el trofeo una tarde pletórica, ahí estaba Pelé ataviado con sombrero de charro mexicano.
Las generaciones actuales no vieron a Pelé, en los últimos tiempos el debate futbolero se centraba en comparar a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo como los dos titanes del fútbol globalizado, sus jugadas y goles incontables, dicen que las comparaciones no son afortunadas, cada jugador si hablamos de Pelé, Maradona y las estrellas de estos años tienen contextos diferentes, aunque para muchos el mejor fue el brasileño que murió el 29 de diciembre, me uno a ellos.
El denominado juego bonito contó como su gran operario a Pelé, el talento, audacia y fortaleza física en el auge de su carrera no fueron declinantes, más bien fueron manifestaciones crecientes plagadas de una alegría que abonaba a esa magia tan suya para compartirla al mundo.
Logró ser campeón mundial a los 17 años en Suecia, cuatro años después logró el segundo campeonato en Chile y rubricó su andar con la tercera en México 70, la afición mexicana se le entregó, fue todo un fenómeno de convocatoria aún cuando en esa época no existían las redes sociales ni plataformas digitales, Pelé fue el ídolo, el mago, el rey.
Son muchas las páginas escritas por el estelar futbolista, ahí están los datos, los goles, los números que dejó en su paso por el equipo Santos, ya posteriormente fichó para el Cosmos de Nueva York en las postrimerías de su carrera.
En el fútbol profesional han desfilado muchas figuras que han obsequiado su talento y destreza para entregar aportes estéticos como Diego Armando Maradona, Johan Cruyff, Lio Messi o Cristiano Ronaldo solo por citar algunos nombres de quienes convirtieron un partido de fútbol en un auténtico espectáculo, aunque como Pelé nadie, fue una rara avis el brasileño quien fue reconocido como el mejor del siglo XX.
Pelé se ha marchado y la nostalgia plagada de recuerdos se volvió muy densa, los merecidos homenajes se multiplicaron porque es conveniente recordar a un individuo que brilló intensamente en el deporte y fue declarado ciudadano del mundo por las Organización de las Naciones Unidas en 1977. Su registro goleador alcanza los 1279 entre partidos oficiales y amistosos, a los 16 años debutó con la selección de Brasil. Pelé es un astro, una leyenda, un auténtico mago con el balón y luchador por la vida.