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viernes, abril 18, 2025

MÁRQUEZ, ¿CULPABLE?

Hay gente que piensa que el fútbol es una cuestión de vida o muerte; no me gusta esa postura: es mucho más que eso

Bill Shankly (1913-1981) Entrenador inglés

 

jaimelopezEl michoacano Rafael Márquez, uno de los dos mejores futbolistas mexicanos de todos los tiempos, ha sido señalado por el gobierno norteamericano de estar ligado a un capo del crimen organizado.

Se trata de un mazazo entre ceja y oreja no al futbol mexicano, sino al país, a su imagen, a su sociedad, pero como siempre, en la vida hay que ser cautos y no emitir juicios contundentes anticipados.

De que el futbolista puede, en efecto, estar involucrado en manejos turbios con capos de la criminalidad, es perfectamente posible, pero también lo es que no fuera así: ¿quién puede asegurar que el gobierno de Estados Unidos es infalible en sus investigaciones y conclusiones?

Las dos posibilidades, pues, están abiertas. En un país que se mueve en buena medida por las relaciones y el dinero vinculados al crimen organizado, no es extraño que deportistas, artistas, empresarios, periodistas y por supuesto políticos, estén involucrados en el fenómeno.

Empero, tampoco puede dejar de considerarse lo que por años ha sucedido en Michoacán y seguramente en todo el país, en el sentido de que muchos, muchísimos personajes de todos los estratos y sectores sociales efectivamente han tenido vínculos con jefes criminales, pero de manera forzada.

Un empresario citado por un criminal para instruirle cuánto debe pagar de cuota; un periodista para qué le ordenen qué sí y qué no puede publicar; un líder sindical para que dé de alta en nómina a familiares y amantes de un capo; un agricultor para que le indiquen los delincuentes cuánto puede cosechar y cuánto debe pagar por “protección”, todos ellos claramente están vinculados a la criminalidad, sí, pero contra su voluntad, obligados a cambio de no perder la vida.

No digo que necesariamente sea el caso de Márquez, pero sí que la posibilidad es perfectamente válida, porque son millones los mexicanos que han tenido que mantener relaciones con jefes criminales y que incluso seguro están grabados en algún video. ¿Eso los convierte en delincuentes? Seguro que no.

Por eso creo que es importante no anticipar conclusiones en el caso de Márquez. Condenarlo apresuradamente es tan injusto como exonerarlo sin fundamento. Debo admitir que acaso mi planteamiento surja de la esperanza que mantengo de que las acusaciones norteamericanas sean irreales, por la admiración deportiva que le profeso al zamorano. Espero no equivocarme en su conducta personal. Veremos.

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

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