EL APRENDIZ DE TIRANO
Lo que está sucediendo en México es sumamente preocupante, el presidente López Obrador y su fanaticada MORENA, están preparando un verdadero golpe mortal a la democracia mexicana, un presidente autoritario, mentiroso y manipulador se está entrenando para convertirse ya no en un dictador, sino en Tirano.
A propuesta de la diputada zacatecana de Morena, Bennelly Hernández Ruedas, la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen que eleva los castigos por “injurias” al Mandatario federal, a Secretarios de Gabinete, Ministros, Gobernadores, Legisladores y al Fiscal General de la República, es decir a toda la clase gobernante que en teoría, son nuestros empleados.
La diputada morenista, promovió una ley de 1917, que castiga “injurias” al Presidente de la República y plantea elevar las multas contempladas en ésta ley de la época de Venustiano Carranza.
Lo que inició como un acto para quedar bien con su patrón, terminó convirtiéndose en un proyecto que está a punto de ser aprobado por el Congreso, lo que representaría una puñalada a la democracia y una mordaza para la libertad de expresión.
De inmediato, la propuesta fue calificada por diversos sectores de la sociedad mexicana de contraproducente y oportunista, que no demuestra otra cosa que el servilismo y el incipiente trabajo legislativo de los diputados de MORENA.
Resulta incomprensible y contradictorio que quieran castigar severamente las “injurias” en contra el presidente, y decimos contradictorio porque la primera persona que lanza injurias de manera sistemática contra sus contrincantes políticos, es el mismo López Obrador, quien desde su púlpito presidencial amenaza, descalifica y está empeñado en cambiar la silla presidencial por un trono.
Y decía que aprendiz de tirano porque se está aprendiendo y se está conduciendo como los verdaderos dictadores, de los que sin empacho alguno, se han perpetuado en el poder, han convertido a sus países en fábricas de pobres y han favorecido solo a sus círculos cercanos.
Ese tipo de medida, sólo se ha puesto en práctica en países gobernados por tiranos y dictadores, que censuran cualquier opinión divergente y castigan con dureza a quien piensa diferente, como el caso de Cuba, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana y por supuesto Venezuela, todos aliados de López Obrador.
Ahora si queda totalmente al descubierto la sucia intención de perpetuarse en el poder, utilizando a los pobres como estrategia política, como ya lo reconoció el propio mandatario y censurando de una vez por todas las voces opositoras y críticas a su gobierno.
Y aunque hoy el propio López Obrador aseguró que no conocía del proyecto, seguramente otra de sus mentiras, afirmó que de ser aprobado lo vetaría.
Por desgracia, la palabra presidencial ha dejado de tener validez para miles de los mexicanos que, nos percatamos del peligroso rumbo que toma el país y el surgimiento de un nuevo tirano.
