INFLACIÓN LIQUIDA PROGRAMAS SOCIALES
Diversos economistas han venido advirtiendo desde hace más de dos años, que los programas sociales del gobierno del presidente López Obrador están creando un hueco en las finanzas públicas y generando una fuerte presión en los presupuestos federales y estatales.
Especialmente la pensión universal para adultos mayores llegará en 2024 a 424 mil millones de pesos o más, por el ingreso de nuevos beneficiarios que están por cumplir 65 años y por el aumento en el monto otorgado.
Esta cantidad, cada vez más alta, quitará recursos a otros programas sociales y no resuelve la precaria situación de los adultos mayores. Con ello, la pensión universal se convertirá este año en el segundo sistema más caro del País, superado solo por el IMSS.
El subsidio para pensión no contributiva que se paga a los adultos mayores de 65 años sin importar su condición socioeconómica, será de 339 mil 340 millones de pesos, cifra superior a todo el presupuesto federal de pensiones del ISSSTE.
Tan solo en dos años, de 2021 a 2023, la pensión universal pasará del 2.1 al 4 por ciento de todo el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Aunque el costo público para apoyar las pensiones del IMSS y del ISSSTE también ha aumentado en los últimos dos años, lo han hecho a un ritmo menor.
La razón es que el presidente López Obrador, eliminó candados que prohibían estos pagos a quienes ya cobran en otros regímenes pensionarios, con lo que se ha ido expandiendo el universo de personas beneficiadas.
Aunque todos queremos que nuestros adultos mayores reciban su pensión para que vivan mejor, la realidad es otra, la inflación ha liquidado cualquier aumento o beneficio que pudieran obtener y su uso electoral puede comprometer recursos para otros programas prioritarios como la atención a niños con cáncer o la compra de medicamentos, por solo nombrar alguno.
Todo apunta a que la elección de Estado que prepara el presidente López Obrador y su partido MORENA para 2024, está en marcha.
