La oposición cuida siempre de pedir lo que no puede obtener, porque si lo obtiene dejaría de ser oposición
Alphonse Karr (1808-1890) Periodista francés
Andrés Manuel López Obrador sigue adelante en su inexorable destrucción del sistema institucional de México. Al ritmo que va, no va a dejar piedra sobre piedra. Entregará un país, si es que no decide reelegirse bajo cualquier argucia, derruido en lo institucional.
Toca el turno ahora al INAI, el organismo garante de la transparencia de la información del poder público. De siete comisionados que lo integran, sólo hay en funciones cuatro, lo que impide que sesione y tome decisiones, dado que la Constitución establece que debe haber mínimo cinco.
Pero resulta que si hay sólo cuatro consejeros, es porque López Obrador decidió vetar dos nombramientos que había formulado el Senado, so pretexto de que habían sido hechos en acuerdos cupulares entre panistas y morenistas. Sin embargo, el periodista Carlos Loret de Mola publicó este jueves en El Universal que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, reconoció ante legisladores de Morena que el dejar vacantes esos espacios fue una decisión intencional del presidente, a sabiendas de que ello provocaría que el INAI deje de funcionar, por lo menos un tiempo.
Y a nadie debe extrañar: López Obrador es enemigo no solo de la transparencia y la rendición de cuentas, sino de toda institución que signifique un contrapeso al poder central. Su gobierno es el más reacio a transparentar la toma de decisiones, al menos de la historia reciente del país. Y clausurar de facto al organismo, es quitarse de encima la piedra en el zapato de la 4T.
No por nada Loret refiere que el secretario de Gobernación reconoció en esa reunión que era el escenario ideal: no hay INAI, no hay transparencia, no hay obligación de informar nada.
Y sí, para López Obrador es el mundo ideal. La pregunta es: ¿en diciembre del 24 habrá piedra sobre piedra del sistema institucional de México? Ya ni hablar si alarga su mandato, que cada vez es más posible. Al tiempo.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 538 días.
Twitter@jaimelopezmtz