LO VULGAR ESTÁ DE MODA
Podría asegurarle casi sin equivocarme, que muchos de los papás que permiten que sus hijos escuchen las canciones de personajes como Peso Pluma, el nuevo ídolo de los niños, adolescentes y jóvenes en México, nunca han oído una de sus canciones.
Éste joven oriundo de Zapopan, Jalisco, a sus 23 años es considerado el máximo exponente del nuevo género mexicano de los corridos tumbados, género que fusiona el regional mexicano con el trap.
Sus pistas musicales se viralizaron en diferentes plataformas como YouTube, Spotify y Tik Tok, acumulando millones de reproducciones escuchadas principalmente por las nuevas generaciones.
Las letras de su música, si bien reflejan la cruda realidad que se vive en México, hacen apología del narcotráfico, el consumo de drogas y alcohol, y del libertinaje sexual, temas que deberían ser tratados en el seno familiar con toda seriedad y responsabilidad entre padres e hijos, antes de andarlos tarareando por la calle.
Sus contenidos no abonan en nada en la formación de la juventud, menos en la de los niños, fomentan, eso sí, una vida disipada, irresponsable, sin metas ni sueños que alcanzar, además de destruir el idioma.
“Las Morras me besan, pues las vuelvo locas a todas…Se besan, ellas bailan y se alborotan, no ocupan flores, solo un polvo que es rosa”, dice una frase de su canción Las Morras, obra de su autoría.
Y todo esto viene al caso, porque mientras hay personas, incluso adultas a las que le gusta su música, hay otros que la detestamos, aunque respetamos la libre expresión de sus ideas.
Como ejemplo menciono un Restaurante Bar en Coahuila, que se ha viralizado porque colgó en sus redes sociales “Yo no pongo canciones de Peso Pluma” advirtiendo a sus clientes que ellos no amenizan su restaurante con ese tipo de música, ante las críticas negativas de los seguidores del músico.
La Yarda, nombre del negocio, se mostró respetuoso de la música de Peso Pluma, pero conminó a sus fans a escucharlo en otro lado, ya que ahí no será posible por considerar que esa música, son un llamado a alterar el orden y que no aportan nada productivo para la juventud de éstos tiempos, expuestos al bombardeo constante en las redes sociales a las malas influencias.
Pese a las críticas de los fans, el restaurante se ha mantenido firme en no utilizar este tipo de ruido, lo que ha sido aplaudido por diversos sectores de la sociedad.
Hace unos días, veíamos con preocupación videos que se hicieron virales, de alumnos de diversas instituciones educativas, especialmente de escuelas primarias, que cantaban al unísono las canciones de Peso Pluma, con más fervor y pasión que cuando entonan el Himno Nacional.
Por todo lo anterior, le pido a los papás, que la próxima vez que sus hijos estén escuchando canciones de Peso Pluma, las escuchen con ellos, y si después de eso, permite que las sigan escuchando, será mejor que ambos consulten a un especialista.
Todo parece indicar que lo vulgar llegó para quedarse y llegó el fin del buen gusto.