Muchos jueces son incorruptibles: nadie puede inducirlos a hacer justicia
Bertolt Brecht (1899-195) Dramaturgo alemán
Perfilada la ruta que seguirán el partido en el poder y la oposición, de cara a las elecciones del 24, resurge la incógnita del papel que jugará Movimiento Ciudadano.
El partido de Dante Delgado ha insistido en que no se sumará a ninguna de las alianzas electorales, la de Morena y la de la oposición, sino que jugará por su cuenta y riesgo en el 24. En cualquier otro escenario de mayor normalidad democrática, sería destacable la postura de MC, que prefiere ir solo que junto a malas compañías. Pero adicionalmente, el partido naranja ha decidido también denunciar ante las autoridades electorales a ambas coaliciones por supuestos actos anticipados de campaña. La semana pasada lo hizo en relación a Morena y este lunes anuncia que también demandará a Va por México.
Los emecistas, con todo y su indiscutible crecimiento y posicionamiento como alternativa opositora, tienen claro que, al menos por ahora, no les alcanza para disputarle a la 4T el poder. Luego entonces, es obligada la interrogante: ¿a qué pretende jugar Dante Delgado en las próximas elecciones?
La respuesta parece ubicarse en dos escenarios: uno, que tenga la mira puesta no en esta, sino en la siguiente elección, la de 2030, considerando que mientras puede fortalecerse como opción política desligada del resto de los partidos. Y el 24 solo le serviría como round de preparación.
Y dos, que en el fondo Delgado pretenda hacerle el trabajo sucio al presidente López Obrador, a sabiendas que si alguna posibilidad tiene la oposición, es ir en un solo bloque, y que los pocos o muchos votos que logre el próximo año, se los arrebatará no a Morena sino a la oposición. Entre más partidos haya en la contienda, mejor para el que está en el poder, porque éste tiene su masa electoral intocable y el resto se disemina entre las opciones opositoras que haya.
La primera opción parecería muy ingenua: nadie puede hoy asegurar que en 2030 vaya a haber elecciones de verdad, si se considera el paso acelerado con el que López Obrador lleva al país a la dictadura, y en las dictaduras no hay elecciones libres. Y la segunda reviste un maquiavelismo del más alto nivel. Y resulta que a Dante Delgado puede señalársele de todo, menos de ingenuo. Luego entonces, habrá que concluir que ha decidido hacer el trabajo sucio al presidente, aunque en el camino deba aparentar un oposicionismo auténtico.
Sería lamentable que MC, o Delgado, haya decidido ser un dique a Va por México y hacerle el trabajo de cañerías a la 4T, pero todo apunta en ese sentido. Si no, al tiempo.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 464 días.
twitter@jaimelopezmtz
