No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo
Rabindranath Tagore (1861-1941) Escritor hindú
Las agrupaciones de motociclistas exigen ser tomadas en cuenta en la implementación del nuevo reglamento de tránsito; tienen derecho en ese planteamiento, pero éste es a todas luces limitado.
Demandan que se reduzcan las tarifas por concepto de multas y de arrastre de grúas cuando cometen infracciones de tránsito. Es probable que tengan razón, sobre todo porque no hay duda de la connivencia de las áreas gubernamentales de Tránsito con las empresas propietarias de las grúas. Ahí hay plena justificación a su exigencia.
Pero lo que no mencionan en su queja, y es un tema por completo insoslayable, es que el reglamento debe adecuarse, sí, pero considerando más drasticidad en las sanciones para los motociclistas infractores.
Es evidente que el boom de esos vehículos a raíz de la pandemia, ha propiciado complicaciones en el tráfico vial, tanto por el incremento de unidades como por la falta de cultura vial de buena parte de los conductores.
La suma de esos factores ha redundado a su vez en un creciente número de accidentes, y cuyas causas es obligado contemplar en los nuevos reglamentos de tránsito que se diseñen, no solo los rubros relacionados con las multas.
Es urgente que la autoridad sea más drástica con los motociclistas infractores, la mayor parte de los cuales adolecen de la pericia y el conocimiento de las leyes viales necesarios. La realidad obliga a no darle la vuelta al tema. Veremos.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 454 días.
twitter@jaimelopezmtz