No hay ningún acto de traición o maldad de los que un partido político no es capaz, porque en política no hay honor
Benjamin Disraeli (1804-1881) Político británico
Una meretriz tiene más dignidad y altura: el Partido Verde chantajea al PRI con no ir en alianza en 2018, sólo como estrategia para elevar la tarifa de sus “servicios”.
Un partido nacido al cobijo oficial, históricamente se ha vendido al mejor postor. Y en los últimos años, el mejor postor al sido el PRI.
“¿Y de cuánto estamos hablando?”, reviró alguna vez Jorge Emilio González Martínez, senador, heredero de la franquicia y dueño absoluto del Verde, cuando le propusieron un negocio, no precisamente legal.
La frase ilustra, dibuja a la perfección al partido: su ADN es el dinero, es la corrupción, es el chantaje, es el canje de dinero por caricias. Así nació el Verde, para eso nació y, desde luego, no ha cambiado con el paso de los años, al contrario, se ha perfeccionado en la técnica.
Hoy el Verde chantajea al tricolor con irse a la alianza que panistas y perredistas cocinan, a manera de elevarle la tarifa. La rémora histórica del priísmo hoy se dice envalentonada a tal grado que puede competir sola. Los verdes saben que no es así, saben que si van solos pueden incluso hasta perder el registro –flaco favor nos harían-, pero se han especializado en espantar con el petate del muerto a los priístas, y éstos, en efecto espantados como están, seguro caerán en el garlito.
En el Verde, ya se sabe, los vocablos ética y decencia estaban en la página arrancada a su diccionario particular. Un buen ejemplo, entre otros, es sólo el caso Ernesto Núñez, que después de ser exhibido en un trato de moches cuando era diputado federal, a los pocos meses el Verde no tuvo empacho ni rubor alguno en nominarlo candidato por un distrito en Morelia para el Congreso local. Un partido que se respete a sí mismo, que tenga un mínimo de ética, por supuesto jamás lo hubiera elegido candidato luego de ser pillado con las manos en la masa, una masa, hay que recordarlo, de algunos millones de pesos.
Pero eso es el Verde. Claro que no irá con panistas y perredistas a ninguna alianza. El PRI le volverá a llegar al precio y seguirán juntos, el tiburón y su rémora, por los siglos de los siglos. Si no, al tiempo.