La casa debe ser el centro, pero no el límite de las mujeres
Margaret Thatcher (1925-2013) Primera Ministra británica
Sin bien está en marcha a nivel nacional el pacto político de las principales fuerzas opositoras, para ir juntas en las elecciones del 24, bajo el entendido de que sólo así, en bloque, pueden aspirar a ser competitivas frente al aparato de Estado del presidente López Obrador. Y si ni en alianza tienen garantizado PRI, PAN y PRD nada, mucho menos si juegan solos.
Por ejemplo, en Morelia esa unidad sigue estando en entredicho por que el dirigente local del PRI, Guillermo Valencia Reyes, insiste en poner por delante intereses por completo personales antes que los aliancistas.
Por una parte, mantiene una disputa cien por ciento personal con su contraparte perredista, Octavio Ocampo, al grado de que ni la palabra se digna a dirigirle. Todo, porque éste se niega a disculparse por cuestionarle su paso como alcalde de Tepalcatepec. Una verdadera nimiedad a la luz de la trascendencia de que el Frente Amplio por México, en su versión michoacana, pueda fortalecerse.
Y por otra parte, Valencia mantiene vigente su tesis de que él puede ganar la elección por la Alcaldía moreliana, lo que vuelve a poner en entredicho la alianza en esa elección local. En 2021 quedó claro que no le alcanza, ni de lejos, para ser competitivo. Ya jugó y perdió, pero ahora insiste en repetir, lo que produciría poner en riesgo al FAM y al que claramente es su aspirante más sólido, Alfonso Martínez.
No sé si esa posición sea intencional para favorecer en el fondo a la 4T y a sus candidatos en Morelia, e incluso en algunos distritos locales, pero lo que es evidente es que, intencional o no, el de Tepalcatepec no es factor de unidad, sino de división en la alianza opositora.
En el 21, Valencia justificó que los votos que alcanzó se los arrancó a Morena y, por ende, favoreció a Alfonso Martínez. En realidad fue al contrario, porque la 4T tiene absolutamente segura su cuota de votos, quien quiera que sea el candidato, con la población beneficiada con las becas y pensiones del gobierno federal. Por ende, así como en el 21, si Valencia vuelve a auto designarse candidato a la Alcaldía en el 24, en realidad otra vez estará jugando contras a una alianza en la que, se supone, está comprometido.
Política ficción, diría el “innombrable”.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 430 días. Twitter @jaimelopezmtz