Quien vota por los corruptos los legitima, los justifica y es tan responsable como ellos
Julio Anguita (1941-2020) Político español
El Instituto Electoral de Michoacán declaró este martes abierto el proceso de elecciones a nivel local, mismo que contempla la renovación de las ciento trece autoridades municipales, incluidas las de Cherán, por usos y costumbres, y la de los cuarenta escaños en el Congreso del Estado.
Tanto el IEM como su superior jerárquico, el INE, se declaran listos para el proceso electoral y aseguran que hay las condiciones necesarias para que se desahogue sin complicaciones mayores. No tengo duda que tanto el INE como el IEM son organismos con una vasta experiencia en este tipo de procesos, sus funcionarios se han convertido en verdaderos expertos en el tema, tienen la organización y capacidad de sobra para cumplir con éxito su encomienda. Hay que decirlo: en México, las elecciones han dejado de ser un problema en cuanto a sus resultados, por la eficiencia del INE y de sus auxiliares en los estados.
En ese sentido, pues, no caben dudas. Sí las hay en cambio en dos vertientes: la imparcialidad del “nuevo” INE, absorbido en buena medida por el presidente López Obrador y su 4T. Del INE absolutamente independiente y autónomo que había hasta hace un año, poco queda. Su nueva composición, con cuatro alfiles lopez obradoristas clavados cuales modernos Caballos de Troya, lo ha vuelto un organismo que genera recelo, no por incapacidad, sino por tendencioso. Nadie puede hoy garantizar que la imparcialidad y la autonomía serán las prendas con que se conducirá el INE en este proceso electoral.
Y segundo foco rojo: la injerencia del crimen organizado. Este factor está por completo ajeno a los órganos electorales, pero es sin duda la gran alarma. El INE y el IEM pueden organizar a la perfección la elección, digamos de cualquier municipio de la tierra caliente, tener todo listo, logística, papelería, capacitación de funcionarios, credencialización, registro de aspirantes, etcétera. Puede no faltar nada en ese sentido. Pero a la hora buena el cártel local es el que determina quién debe ganar la elección. Con un telefonazo baja de la contienda a los candidatos que no fueron palomeados por el líder criminal de la zona, y por ende gana el que éste imponga. Ni siquiera hay necesidad de financiar a nadie. Con una llamada se arregla todo, porque a ver quién es el valiente que se opone. Al siguiente día está muerto. Punto. Así de fácil, así de complejo, así de dramático.
Insisto, ese no es tema de los organismos electorales, sino del gobierno. Aquellos seguramente cumplirán eficientemente en la organización de los comicios. Su desenlace, una vez que el proceso es tomado por el crimen, ya sale del nivel de decisión del INE y del IEM.
Y si ya ese fenómeno ha sido un problema en las últimas elecciones en México, y en Michoacán por supuesto no es la excepción, hoy el riesgo se recrudece, porque por primera ocasión hay un gobierno federal en abierta relación de amistad con la criminalidad. Es por eso que el panorama no se ve en absoluto tranquilizante. Todo lo contrario. Suenan las alarmas por las narco elecciones en México. Si no, al tiempo.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 391 días.
X@jaimelopezmtz
