EL FENÓMENO OVNI
En un hecho insólito e histórico, la Cámara de Diputados abrió por vez primera sus puertas al llamado Fenómeno OVNI y celebró una Audiencia Pública sobre Fenómenos Anómalos no Identificados.
En el evento, el periodista Jaime Maussán, planteó un cambio a la Ley de Protección del Espacio Aéreo Mexicano y develó los presuntos restos de dos “no humanos” de mil años de antigüedad, localizado en Cusco, Perú.
El salón Legisladores de la República fue insuficiente para dar cabida a los asistentes al foro, por lo que el personal de la Cámara de Diputados habilitó un espacio al exterior para dar seguimiento a la audiencia organizada por el legislador morenista Sergio Gutiérrez Luna, a la cual asistieron investigadores de Estados Unidos, Argentina, Japón, Perú y México.
En ese contexto, Maussan dijo que “los habitantes de este planeta debemos estar preparados para la presencia de seres inteligentes y sensibles, no humanos”.
“Los vientos del cambio están soplando”, señaló el periodista, “la humanidad se encuentra ante un parteaguas de la historia: reconocer que existen otras inteligencias no humanas en nuestro mundo, debemos integrarnos al concierto del universo inteligente o continuar en un peligroso aislamiento que nos podría llevar a una verdadera crisis de nuestra civilización”, puntualizó.
Transcurridas dos horas y media de intervenciones y exhibición de evidencias, el periodista dio la instrucción de abrir dos pequeñas urnas con los restos de dos osamentas de alrededor de 60 centímetros que Maussán definió como “no humanos”.
Aseguró que de acuerdo con análisis de carbono 14 realizados por la UNAM, dichos seres tienen más de mil años de antigüedad, es decir, “no se trata de seres que fueron recuperados en naves, que son estrellamientos, sino son seres que estaban sepultados en minas de diatomea”.
En su turno, el director del Departamento de Astrofísica de la Universidad de Harvard, Avi Loeb, subrayó la gran reserva de conocimientos que pueden aportar los objetos y materiales no identificados, y se pronunció por una apertura a la información.
No hay duda que resulta trascendental reconocer estos fenómenos en México, convertir a nuestro país en uno de los primeros en el mundo en aceptar la presencia de los no humanos en nuestro planeta.
La pregunta es si los humanos estamos preparados para enfrentar y aceptar vida de seres extraterrestres, ya que, de confirmarse su existencia, se modificará la historia, las creencias religiosas, la conducta social y la visión futura de nuestra especie.
Es inevitable, tarde o temprano lo tendremos que hacer, porque es un hecho casi irrefutable el aceptar que nos observan desde allá arriba, desde hace cientos de años.