Cuanto más siniestros son los designios de un político, más estentórea se hace la nobleza de su lenguaje
Aldous Huxley (1894-1963) Escritor británico
Los limoneros de Apatzingán se han visto obligados a contratar a elementos de la Policía Auxiliar, ante la presión del crimen organizado que los extorsiona sistemáticamente. Los aguacateros de la región uruapense han hecho lo propio y por los mismos motivos, pero con seguridad privada. Empresarios y comerciantes de diversos rubros se ven obligados también a lo mismo.
Cualquiera en esos sectores con mediana capacidad económica contrata seguridad especial, porque la criminalidad a ello les obliga.
Es una tragedia porque en estricto sentido están pagando doble impuesto. Primero, el oficial, el que se lleva el fisco, vía ISR, IVA, etcétera. Y el otro es el que hay que pagar a los cárteles, a través del cobro de piso y de las extorsiones. Si el impuesto oficial no se cubre, vienen las sanciones económicas y eventualmente la cárcel. Si se elude el segundo, lo más probable es que venga la agresión y muy probablemente la muerte.
En las sociedades modernas, el pago de impuestos es una concesión que hacen los particulares al gobierno, pero a cambio éste debe garantizar la prestación de servicios, entre los cuales la seguridad es el más importante. Si ese gobierno no cumple tal obligación, está incurriendo en una grave y peligrosa omisión. Simplemente no está cumpliendo su función. En estricto sentido, puede advertirse que en ese escenario hay un estado fallido.
Más aún: si de justicia hablamos, a esos ciudadanos el gobierno les debiera eximir del pago, parcial o total, de los impuestos “oficiales”. Ya que no cumple con la obligación de brindar seguridad, al menos el poder público debiera enviar una señal de elemental solidaridad con los ciudadanos que se ven obligados a pagar doble tributación.
En los sistemas contables de cada vez más negocios y empresas, es imprescindible incluir en los gastos previsibles el pago de extorsiones. Es la triste realidad del México de hoy, el México de la 4T.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 375 días.
X@jaimelopezmtz