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domingo, abril 20, 2025

DIPUTADOS “ENTREGA BALONES”

La política es una profesión muy gratificante: si tienes éxito, recibes muchas recompensas, si fracasas, siempre escribir un libro

Ronald Reagan (1911-2004) Presidente de Estados Unidos

 

jaimelopezEn muchos sentidos, es claro que buena parte de los diputados están prostituyendo el cargo. Y es que no puede definirse de otra manera la conducta que están asumiendo algunos en el contexto de su segundo informe de labores.

Cierto, la ley contempla que los diputados deben presentar un informe de labores al término de cada año legislativo, pero en ninguna parte dice que deben competir entre ellos para determinar quién hace más gala de ostentación y derroche. Quién echa la casa por la ventana de manera más notable, pues. Que organicen un evento en el patio central de su edificio sede para rendir su informe, digamos que es lo decente, pero contratar el Centro de Convenciones, como hizo Wilfrido Lázaro Medina, raya en lo ofensivo, en el abuso.

Pero hasta ahí queda la forma, como sea menos importante que el fondo. Y el fondo es altamente criticable para la mayor parte de los diputados, habida cuenta que han tergiversado el sentido de su función.

¿Cuál es la función de un diputado? No tiene sino dos. Primero, la de revisar, actualizar y diseñar las leyes que requiere la sociedad para su sana convivencia y desarrollo. Y dos, vigilar la marcha de programas y de aplicación de recursos financieros de los otros dos poderes. Punto, eso es todo.

De unos años a la fecha, los políticos que llegan a diputados se han ido sacando de la manga aquello de la “gestión social”, como un pretexto para negociar con el Ejecutivo, o entre ellos mismos, la autorización de dinero para hacer frente a “necesidades” de la población.

Así, ahora resulta que las dos funciones primordiales quedan de lado para la mayor parte de los diputados –con sus honrosas excepciones-, y se centran en la tarea de relleno. Pocos enfocan su atención en hacer leyes y auditar a los poderes ejecutivo y judicial, y priorizan la entrega de cobijas, de bultos de cemento, de balones de futbol, o regalando cincuenta pesos a cada persona humilde que les aborda en sus “giras” de trabajo. Vaya, la auténtica gestión social, la relacionada con la de buscar obras de beneficio colectivo en sus demarcaciones y que por tanto sí es válida pero que no demanda dinero de por medio, también ha sido olvidada.

Y la mejor prueba de esa tergiversación de la función legislativa, es que muchos diputados publicitan no cuántas leyes impulsaron, sino cuántas cobijas entregaron. Los diputados saben que esa no es su función, pero como fallan en las que sí lo son, no les queda otra que refugiarse en ser “diputados entrega balones”. Ello, sin contar con que de esa forma es altamente probable que les quede “algo” del dinero que se asignan para esa tarea. Un legislador que “sólo” se dedica a hacer leyes y a auditar el dinero público, no tendría justificación para manejar ningún centavo que no sea el de su salario, pero inventándose eso de la “gestoría” encuentran el medio para acrecentar sus percepciones, así sea por la vía inmoral.

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

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