DIFERENDO POR EL FENTANILO
El gobierno de Estados Unidos, buscando no hacer más grandes las diferencias con la administración del presidente López Obrador, reconoció que México está ofreciendo mayor cooperación en la lucha contra el fentanilo, pero al mismo tiempo demando más progreso en áreas como destrucción de laboratorios clandestinos y la captura y extradición de traficantes.
Y es que además de que el fentanilo se ha convertido en un asunto de salud pública y seguridad nacional para nuestros vecinos, será el tema recurrente para atacar a México en las campañas políticas estadunidenses del año próximo.
Por ello, el gobierno de Joe Biden presiona al gobierno de la 4T para ver más resultados, porque buena parte de su posible reelección es precisamente disminuir el tráfico, pero también el consumo de esta droga sintética que ha cobrado la vida de más de 100 mil estadunidenses solo en el 2022.
Ante esta realidad, el vocero del Departamento de Estado, Matt Miller aseguró que se buscan más avances en varios frentes; primero reconoció que Estados Unidos debe hacer algo para frenar el consumo, otro frenar su fabricación y envío hacia su país, y por último que el gobierno mexicano arreste y extradite a los líderes criminales que producen el químico, principal causa de muerte entre los jóvenes estadunidenses.
Apenas la semana pasada, la canciller mexicana Alicia Bárcena debió salir a la defensa de la supuesta lucha de nuestro país contra el fentanilo, luego de que la Cámara Baja y el Senado recortara 60 millones de dólares en fondos por fallar en su combate contra la droga.
Por su parte, el presidente López Obrador reprochó que políticos del vecino del norte utilicen el problema del tráfico de drogas para atacar a México y tratar de ganar adeptos de cara a la próxima elección en ese país.
En su mañanera el presidente calificó a los políticos estadunidenses de falsos, mentirosos, deshonestos, sin principios, oportunistas, bueno hasta de chuecos, calificativos que poco abonan a mejor la deteriorada relación entre ambas naciones.
Los más preocupados por esta situación son los Chapitos, los hijos del Chapo Guzmán quienes, mediante la colocación de al menos 11 mantas en las calles de Culiacán y otros municipios, amenazaron a quien fabrique y distribuyan el fentanilo, en una clara actitud de deslindarse de comercializar la droga.
Faltan sólo tres días para celebrarse el Diálogo de Alto Nivel sobre seguridad en la Ciudad de México, al que asistirá Antony Blinken, representante del presidente Biden, que espera conocer los avances de las autoridades mexicanas sobre el tema, pero seguramente lo que recibirá no será suficiente y sufrirá una gran decepción, ya que el presidente López Obrador niega que se fabrique la droga en territorio nacional, cuando la DEA y los propios narcotraficantes lo aceptan.