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martes, octubre 22, 2024

ABDALA: ES LO QUE HAY

Estoy a favor de la verdad, la diga quien la diga, y a favor de la justicia, a favor o en contra de quien sea.
Malcolm X (1925-1965) Líder religioso norteamericano

El gobierno federal ha anunciado una etapa más de reforzamiento de la campaña de vacunación contra el Covid, a partir de este lunes en todo el país. Esa es la buena. La mala, es que sólo hay disponle el inmunológico Abdala, producido en Cuba.

Dramáticamente, los mexicanos no tenemos opción, o nos aplicamos la vacuna cubana o no nos inmunizamos. Abdala es lo que hay. Es eso o nada, a menos que se quiera pagar un viaje a Estados Unidos para recibir una dosis de otra vacuna, Pfizer por ejemplo. ¿Pero cuántos mexicanos están en condiciones económicas de darse ese “lujo”?

Hay que reiterarlo: la vacuna cubana no es que sea contraproducente, pero tampoco tiene ninguna utilidad. Es como inyectarnos agua. Y ello tiene una razón: Abdala ataca eficazmente la cepa original del virus, pero resulta que ésta tiene alrededor de dos años que dejó de circular. El virus mutó en varios ciclos y hoy la cepa vigente solo es atacada por las llamada vacunas bivalentes, que únicamente son producidas por Pfizer y Astra.

El problema es que el gobierno de México se niega a adquirir inmunológicos de esas marcas, más por razones ideológicas. Solo le ha comprado a la dictadura cubana su vacuna, a fin de inyectarle dinero a su alicaída economía, pero a cambio dejando sin protección contra el Covid a la población mexicana.

Ello, dicho y explicado hasta el cansancio por los científicos y especialistas. La mejor prueba de que tienen razón, es que la Organización Mundial de la Salud no avala la vacuna cubana.

Solo en las dictaduras la población está siendo expuesta a no no recibir vacunas útiles, porque los gobiernos, como el de México, se niegan a adquirirlas.

No debe olvidarse que se estima que la dosis brinda protección para un año, y se va a cumplir ya ese tiempo de que en promedio recibimos los mexicanos la última vacuna. Es decir, ésta está cerca de caducar. No pasaría nada si en esta campaña de vacunación recibiéramos vacuna eficaz, no patito. Pero como no sucederá así, quedaremos expuestos a rebrotes masivos de infecciones a partir de los siguientes meses.

Está claro que a Andrés Manuel López Obrador le tiene sin cuidado la salud de los mexicanos. Ahora revalida su mortal indiferencia en ese rubro. En teoría, su gobierno ha lanzado la convocatoria para que todas las farmacéuticas puedan vender en el país sus vacunas. Ojo, venderla a la población, no al gobierno para que éste las aplicara gratuitamente a la población. Pero en la dictadura de facto que vivimos, ya será ventaja que al menos podamos comprarla. Y eso, si es que efectivamente se autoriza a Pfizer o a Astra a ofertar su vacuna aquí, porque todo indica que intencionalmente se les pondrán obstáculos para alargar la aprobación, aunque en ello vaya la vida de miles de mexicanos.

Luego entonces, la pregunta es obligada: ponernos o no Abdala. Pues es decisión personal. Contraproducente no es, útil tampoco. El gobierno anuncia la campaña de vacunación solo para efectos propagandísticos. Médica y científicamente, aplacárnosla o no es lo mismo. A eso nos ha llevado la 4T: a no tener opción, a echar mano de lo que hay, aunque lo que hay no sirva.

Y a la pesadilla ya solo le quedan 351 días. X @jaimelopezmtz

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