Triste época la nuestra: es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán
Marco Antonio Bravo Pantoja tiene cuesta arriba el reto de ser Auditor Superior de Michoacán. De suyo, el cargo está siempre en el ojo del huracán, y en su caso con el agravante de varios factores con relación a la forma en que fue designado por el Congreso del Estado.
Primero, porque los diputados están jugando con fuego al designar a un nuevo auditor, cuando está vigente la resolución de un juez federal que les ordena no hacerlo hasta en tanto determina si el amparo interpuesto por el auditor depuesto, Miguel Ángel Aguirre Abellaneda, procede o no. Ciertamente, en ello Bravo Pantoja no tiene responsabilidad. Los diputados sí pudieran eventualmente ir a la cárcel por el desacato.
Segundo, porque el nuevo auditor mantiene una relación amistosa y afectiva con el gobernador Ramírez Bedolla, lo que le impide entrar al cargo con el rango de autonomía e independencia que sería deseable, fenómeno acentuado por el hecho de que su esposa se vio beneficiada por el propio gobernante con una Notaría Pública.
Tercero, porque son indiscutibles las maniobras de Casa de Gobierno para impulsar su designación, lo que no es precisamente lo más sano.
Y cuarto, porque el tufo de la corrupción campeó en el Congreso: sospechosamente, la bancada panista en pleno votó en favor del nuevo auditor. Sin el voto de los legisladores azules, era imposible para la 4T sacar adelante la designación. Los santurrones panistas no lo fueron tanto al ver engordado su bolsillo tras levantar la mano.
Todo ello configura un escenario que no es el más idóneo para el inicio de funciones de un auditor. Por eso, Bravo Pantoja tiene una pesadísima loza que llevar encima, misma que solo aligerará en la medida en que evidencie autonomía plena en su trabajo. Entró con el pie izquierdo, pero aunque complicado, debe demostrar que esas circunstancias no le impedirán encabezar las auditorías al poder público, sobre todo al gobierno, con imparcialidad y profesionalismo. Se escucha en chino, está en chino, pero la decisión está tomada, ahora no queda sino vigilar con lupa su actuación. Veremos.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 347 días.
X@jaimelopezmtz
