A la más perfecta de las dictaduras, preferiré siempre una imperfecta democracia
Sandro Pertini (1896-1990) Político italiano
De que son incómodos, sin duda lo son, pero de que son imprescindibles, igual.
Y es que a partir de 2008, la realidad cambió radicalmente en materia de seguridad en Michoacán, más en concreto en Morelia. La explosión de granadas en el corazón de la capital la noche del 15 de septiembre, con los terribles resultados ya de sobra conocidos, significó un parteaguas imposible de modificar aún hoy.
Se ven exagerados y hasta ofensivos, pero el gobierno hace bien en implementar operativos de seguridad extremos como los que aplicó este fin de semana, y que volverá a instalar para el próximo 30 de septiembre.
No queda en realidad de otra. Desde 2008, el gobierno del estado se ha visto en la disyuntiva de decidir si aparenta que no pasa nada y para no generar una “mala” imagen de la capital, en eventos multitudinarios no aplica ningún operativo especial de seguridad, o bien, extrema medidas con todo y que enviemos una señal de “alarma” allende nuestras fronteras.
De hecho, sería una irresponsabilidad si el gobierno antepone cuestiones de imagen y soslaya el riesgo que sigue siendo hoy día la realización de eventos que congregan a miles de ciudadanos.
¿Qué queda?, pues nada, soportar, tener paciencia. Si no hay tolerancia para encarar operativos policiacos de tal drasticidad, como es el caso de este reportero, simplemente no debemos acudir y punto. El que se presenta, lo hace a sabiendas de lo que enfrentará y regularmente no le preocupa demasiado.
Ni modo, ese el Michoacán que nos toca vivir y no queda sino ajustarnos a la realidad. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>
