Si los ciudadanos practicaran entre sí la amistad, no tendrían necesidad de la justicia
Aristóteles (384 a. C.- 322 a.C)
Ahora sí, toda la carne está echada al asador por el gobierno para ensanchar el margen de posibilidades de triunfo de su candidata presidencial, Claudia Sheimbaum. En el rubro mediático y de propaganda, va en tres vías:
Una, el evidente arreglo con las principales casas encuestadoras para que, al menos en esta etapa de precampañas, todas presenten estudios que auguren un “cómodo” y amplio triunfo de la candidata cuatroteísta. Aprovechando que en precampañas esas empresas no están obligadas a ceñirse a la reglamentación del INE, hoy el gobierno se está dando vuelo empujando encuestas que le dan absurdas ventajas de hasta casi cincuenta puntos sobre la opositora Xóchitl Gálvez.
Ello con dos claros objetivos, el primero desincentivar el voto contrario a la 4T: si hay tal ventaja de la candidata oficial, ¿qué caso tiene siquiera ir a votar, si el arroz ya está más que cocido? Y el segundo, generar tal clima de convencimiento de que la jornada de votaciones es un mero trámite solo para oficializar el triunfo de Sheimbaum, que una posible derrota será considerada obligadamente un fraude del binomio oposición-INE, y por ende, que habrá que rechazar a cualquier costo: si todo el tiempo Sheimbaun fue arriba en las encuestas, y por mucho, es imposible que el día de las votaciones Gálvez pueda ganar.
Dos, la cooptación de medios de comunicación. Es notorio el giro, en algunos casos radical, de periódicos y noticieros televisivos, radiofónicos y en internet, con un manejo tendencioso en favor de la información generada por Sheimbaum, a la vez que reducen a su mínima expresión la que produce Gálvez. En medios impresos, Reforma es el único de los relevantes que no ha caído en los brazos de la 4T. Algunos esfuerzos aislados en radio y televisión, y Latinus por internet, que no han sido devorados por el dinero oficial.
Y tres, a través de redes sociales posicionar la idea de que Sheimbaum ya ganó, ya debemos casi decirle presidenta, porque Xóchitl “se desinfló”. Es decir, que todo es cosa de tiempo pero la elección está definida.
Por supuesto que para ello, el gobierno ha tenido que negociar con medios “corruptos, conservadores y neoliberales”, pero tiene la ventaja sobre la oposición de contar con una caja que no tiene fin y, obvio, de una ambición y falta de escrúpulos de la mayor parte de encuestadoras y medios de comunicación.
Una estrategia nada nueva, fue la que por décadas ejecutó también sin rubor el PRI mientras fue gobierno. Hoy, Morena, como buena nieta del PRI, la ha pulido y perfeccionado. Lo bueno es que no son iguales. Y sí, no son iguales: Morena resultó peor.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 312 días.
X@jaimelopezmtz