Antes de juzgar al prójimo, pongámonos en su lugar y viceversa, y entonces nuestro juicio será recto y caritativo
San Francisco de Sales (1567-1622) Obispo católico
En el colmo de las ironías, aunque con un alta carga de sospecha de “fuego amigo”, este martes otra sucursal del Banco del Bienestar fue asaltada en Michoacán. Sí, del ¡Banco del Bienestar!, el banco del gobierno federal.
Ahora tocó el turno a Uruapan, pero hace algunos meses la sucursal de Morelia, en las calles de Abasolo del pleno centro histórico, también había sido atracada. En esa ocasión, como ahora en Uruapan, hay serias dudas de que en el evento estén vinculados trabajadores del propio banco.
En el caso de Morelia, los delincuentes arribaron cuando las instalaciones estaban ya cerradas, pero ingresaron sin forzar ni chapas ni ventanas. Para no variar, la Policía hizo acto de presencia cuando ya el atraco se había consumado y, por lo que se sabe, es hora que no se esclarece ni mucho menos hay nadie en prisión.
En Uruapan el asalto de este martes fue al mediodía, también en céntrica ubicación. Ahí, con pistola en mano los criminales sometieron la escasa vigilancia y obligaron a los cajeros a entregar el dinero en efectivo existente. Sí, en el día previo a la quincena, cuando se sabe que hay efectivo en volúmenes importantes.
El asunto es que a nadie parece preocuparle esos asaltos al Banco del Bienestar, y hay una razón sólida: el dinero robado no es de nadie en particular, es del gobierno, es decir, es de los impuestos que algunos pagamos, y por tanto en estricto sentido da igual si se entregó a cuenta habientes o beneficiarios de programas sociales, o se lo llevan los delincuentes a sus casas. Mañana el dinero está repuesto en cajas, y asunto olvidado. Esa laxitud abona a las dudas sobre el origen de los asaltos.
Pero al margen del recelo sobre la autenticidad de los asaltos al Banco del Bienestar, es claro que el gobierno está propiciando una invitación a que asalten su banco, al no contar con vigilancia policiaca o militar suficiente. Pareciera que el gobierno invita a los ladrones a que lo asalten, porque no puede descartarse que éstos, los ladrones, sean parte del personal de la institución. Nadie parece incomodarse con los atracos. Mientras no se demuestre lo contrario, la duda ahí estará y seguirá reforzándose. Y es que la 4T no es igual a los prianistas, claro que no….¡es peor!
Y a la pesadilla ya solo le quedan 307 días.
X@jaimelopezmtz
