Hay dos formas de hacer de la política una profesión: o se vive para la política o se vive de la política
Max Weber (1864-1920) Filósofo y economista alemán
El Congreso del Estado se está reuniendo entre jueves y viernes con los 26 ciudadanos propuestos por diversas agrupaciones sociales y profesionales, para integrar el comité que a su vez seleccionará luego a los integrantes del Sistema Estatal Anticorrupción.
De entre ellos, los diputados seleccionarán a cuatro que se sumarán a los cinco representantes de otras tantas universidades, para conformar dicho comité.
Este jueves, estuve en ese ejercicio con los diputados, luego de ser propuesto por el Centro Michoacano de Evaluación, A.C. para formar parte de ese grupo ciudadano; me excluyo desde luego de la consideración, pero no hay duda que en la medida que los legisladores logren despojarse de la tentación de tomar como propia la designación de esas posiciones, con perfiles al margen de los intereses partidistas, políticos o hasta personales, el Sistema Estatal Anticorrupción podrá tener viabilidad.
Tan fácil como lo siguiente: si el comité que actualmente arman los diputados no tiene independencia y autonomía plenas, el SEA será un bodrio hecho a modo de los intereses de la clase política y combatirá todo, menos la corrupción de ella; condición sine qua non será por eso la garantía de independencia que dé libertad para designar a los ciudadanos que en verdad vayan por el combate a la corrupción, no bajo un disfraz.
Hay que recordar que los diputados no designarán al equipo ciudadano del SEA, sino a quienes a su vez los habrán de elegir, que es la etapa actual. Por eso ésta es clave. Si hoy los legisladores se aseguran de nombrar perfiles a modo, garantizarán que al SEA se incorporen ciudadanos también “cómodos”.
¿Tendrán ese talante de apertura y democrático? Veremos.