A DOS AÑOS DE LA INVASIÓN RUSA A UCRANIA
Esta semana se cumplen dos años desde que Rusia invadió Ucrania, una guerra que ha ido más allá de las fronteras geográficas, extendiendo sus efectos a la arena internacional.
El conflicto no sólo preocupa a líderes políticos y estrategas militares, sino también a los ciudadanos comunes que se ven afectados, directa o indirectamente, por las consecuencias de esta guerra.
México, no es inmune a las repercusiones del conflicto y su participación de manera indirecta ha consistido en la acogida de cientos de migrantes ucranianos y rusos; ha tenido que afrontaren las variaciones en los precios de los energéticos, las interrupciones en las cadenas de suministro, y una mayor inseguridad por la crisis alimentaria.
Desde luego la verdadera tragedia es la pérdida de vidas humanas, estimadas por las Naciones Unidas en unos siete mil civiles, de ellos 438 eran menores y reconoce que la cifra podría ser mayor; lo que sí es mayor es el número de efectivos muertos en ambos bando: se calcula que más de 13 mil soldados ucranianos han sido abatidos, mientras que Rusia ha perdido a 140 mil.
Pero, más allá de los avances o retrocesos territoriales por parte de Moscú y Kiev vale la pena recordar que al cierre del 2023 y principios 2024 los legisladores republicanos condicionaron la continuación del flujo de ayuda estadunidense a Ucrania a cambio de medidas más contundentes en la frontera con nuestro país.
Ello, por sí sólo, amerita que prestemos atención al desenvolvimiento de la guerra, porque México se convierte en una ficha de negociación dentro de la geopolítica global.
En el aspecto táctico y militar de la guerra, este año Ucrania tendrá la primera recepción de los aviones de combate F16, dada la presunta superioridad aérea rusa. En el frente político, habrá que ver cuál es el resultado del proceso electoral donde Putin piensa reelegirse por quinta ocasión para un nuevo periodo de seis años en el cargo.
Sin embargo, el alto número de bajas de militares rusos, en su mayoría jóvenes soldados, el poco avance de los objetivos soviéticos al iniciar la guerra y el recién escándalo con el asesinato de opositor ruso Alexei Navalni, presuntamente ordenado desde el Kremlin, pone a Vladimir Putin en una muy delicada situación para lograr la reelección.
La guerra ha cambiado la reconfiguración geopolítica del mundo, replanteando la neutralidad histórica de algunas naciones, estrechando la alianza euroatlántica y ensanchando su frontera militar frente a una Rusia más dependiente de China.
Sin duda alguna, vivimos el momento más delicado desde el término de la Guerra Fría.
