Más de cuarenta aspirantes han manifestado su interés para contender por la primera magistratura de la nación, por la vía independiente, sí es verdad, aunque parezca una pachanga. De las decenas de interesados muchos de ellos no alcanzarán a colectar el número de firmas que se requiere para tal propósito como lo demanda la legislación aplicable en la materia, no obstante resulta sintomático el hecho porque vivimos el auge de la decadencia partidista que se caracteriza por la búsqueda del poder sin escrúpulos.
Algunas personas que buscarán suceder a Enrique Peña Nieto no son conocidas, no tienen mayores alcances porque no están posicionadas, no tienen proyección mediática simplemente tienen ganas y su aspiración es legítima aunque por lo visto es cándida.
De quienes se encartan destaca Jaime Rodríguez El Bronco que gobierna Nuevo León, el neoleonés militó 33 años en el Partido Revolucionario Institucional, su discurso es fácil, coloquial. Al llegar El Bronco a la gubernatura se saludó con optimismo porque derrotó a los partidos tradicionales, fue un aire nuevo que al final se ha traducido en desencanto. No rebasó las expectativas.
Margarita Zavala fue la última figura que anunció su interés por buscar la presidencia de la república, lo había hecho hasta hace unos días como militante del Partido Acción Nacional, ahora va como independiente, bien podría motivar cierto caudal de votos de sus excompañeros panistas o incluso generar desprendimientos de la organización fundada por Manuel Gómez Morín que en la actualidad no tiene nada del origen de los místicos de 1939.
Armando Ríos Piter es otro de los que desean afanosamente llegar a despachar en Los Pinos, hasta hace no mucho tiempo fue militante del Partido de la Revolución Democrática, incluso llegó al senado por esa organización. Como se puede observar algunos independientes más que presente tienen pasado y están ligados a los partidos.
Pedro Ferriz de Con también figura en los aspirantes que desean llegar al poder, tiene claroscuros, en alguna conferencia ante universitarios insultó a uno de ellos quien le cuestionó asuntos de la vida íntima del comunicador, aunque tiene base social para hacer un papel decoroso.
Durante mucho tiempo los cuestionamientos a los partidos políticos nominados como la partidocracia fueron constantes porque se les imputó que habían secuestrado la participación política de los ciudadanos; las candidaturas independientes fueron vistas como un aire nuevo, se interpretaba como el vigor a una democracia famélica.
Se puede cuestionar el interés formal de ciudadanos sin base social que buscan contender, sólo que es un asunto de ejercer los derechos y en todo caso es preferible dicha figura que regresar al molde monolítico de hace algunas décadas.
A mayor cantidad de candidatos independientes se fragmentaría el voto opositor y es obvio a quién se beneficiaría, es decir no habría cambios significativos, tal vez más de lo mismo.