La dictadura es la mejor venganza
Khalid Masood (1964-2017) Terrorista británico
El 15 de abril abrirá el periodo para que los candidatos a alcaldías y diputaciones locales puedan hacer labores de proselitismo en busca del voto que los lleve al triunfo el dos de junio.
Lamentablemente, hoy los análisis en estos escenarios político-electorales, no pasan por perfiles, trayectorias, experiencias, propuestas, plataformas, alianzas partidistas ni candidaturas comunes. En el caso de las elecciones para diputados locales, y más marcadamente en las de alcaldes, todo pasa por la violencia, la inseguridad y los riesgos para los aspirantes de no salir con vida o, en el mejor de los casos, no ser hostigados por el crimen organizado.
El asesinato del alcalde de Churumuco, Guillermo Torres Rojas, apenas el sábado por la noche en esta ciudad mientras cenaba con su familia en céntrica taquería, no puede desligarse del fenómeno electoral. Éste comenzará con el pie izquierdo, aunque ello no significa ninguna sorpresa, así se esperaba y así ha iniciado.
Hay que decirlo: las de este año en el país serán unas narco elecciones. En el caso de Michoacán, informes de seguridad establecen que al menos en dos terceras partes de los municipios, los candidatos que inician campaña este lunes lo pueden hacer porque han recibido el visto bueno de los jefes de plaza en cada lugar. Evidentemente, el que gane en esos alrededor de setenta municipios, es porque responderá a los intereses no de los electores, sino del grupo delincuencial que lo encumbró en el poder. En la tierra caliente, el bajío, el oriente y la costa, básica aunque no exclusivamente, el fenómeno se agudiza; es casi generalizado.
Las elecciones locales arrancarán, pues, en un clima de terror. Nada de fiesta democrática como dice la cantaleta oficial. No son en absoluto campañas “normales”. Es un proceso pasado por el signo de muerte y de violencia, de sálvese quien pueda y de ver quién llega al dos de junio sin haber sido objeto de un atentado y, en última instancia, de ver quién llega con vida. Así de dramática es la realidad política del país, y Michoacán no es para nada la excepción. Al contrario, es botón de muestra inequívoca.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 195 días.
X@jaimelopezmtz
