Dictadura: devoción fetichista por un hombre.
Winston Churchill (1874-1965) Primer Ministro británico
Los prolegómenos a la noche venezolana estuvieron marcados, entre otras cosas, por una criminalidad incontrolable, en mucho producto de la connivencia gubernamental con el crimen organizado; por la pulverización del sistema de salud; por la pérdida de libertades; por la sujeción de la ley a los caprichos de un dictador; por el aniquilamiento de las instituciones y de los entes autónomos que hacían las veces de contrapeso al poder público, y por el derrumbe del sistema energético, que derivó en apagones de energía eléctrica cada vez más continuos y prolongados.
Eso ocurrió hace dos décadas en Venezuela con el dictador Hugo Chávez y marcó el inicio de una pesadilla de la que no despierta aún ese pueblo, hoy más esclavizado que nunca con el sátrapa Nicolás Maduro. Cualquier semejanza con lo que está ocurriendo ahora mismo en Mexico, no es coincidencia. Todo lo contrario.
Hace cincuenta años que México no sufría de interrupciones en la energía eléctrica, porque sin ser un modelo de eficacia, los gobiernos destinaban los recursos necesarios para la conservación y ampliación de la infraestructura eléctrica. Eso se abandonó con la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador, que ordenó cerrar la válvula presupuestal a todo programa de mantenimiento de casi cualquier servicio que maneja el gobierno, para enviar ese dinero a sus elefantes blancos de sobra conocidos.
Ahí están ahora los resultados: comenzaron los apagones de luz en todo el país y de acuerdo con los expertos, se registrarán cada vez más continuos y prolongados.
Es un reflejo más de un gobierno ineficaz, de improvisados, amén de corrupto en grado escandaloso. Solo es cosa de recordar que así comenzó la oscura noche en Venezuela, y es hora que no se ve cómo ni por dónde ese país logre despertar.
México está a un tris de lanzarse al despeñadero donde residen desde hace dos décadas los venezolanos. ¿Seremos los mexicanos, con ese ejemplo nítido e inobjetable, capaces de frenar la marcha rumbo al precipicio al que lleva al país López Obrador? Los apagones son solo el principio del fin. Si no, al tiempo.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 157 días. X @jaimelopezmtz