ASOMA OBRADORATO
La reunión que sostuvo la virtual presidenta electa de México Claudia Sheinbaum, con el aún presidente López Obrador-que le brindó una apoteótica bienvenida en Palacio Nacional-nos hace suponer que las cosas no cambiarán mucho en los próximos seis años, será más de los mismo.
Y es que al analizar ambos las reformas enviadas al Congreso, no hubo ni una nueva propuesta, ni sugerencia de la ya casi presidenta, al paquete de reformas que el presidente envío al congreso.
El recorrido de Claudia por los pasillos y salones de Palacio Nacional parecieron más una escena de una película de Disney, donde la heroína entra por primera vez a lo que será su nuevo hogar.
Mientras que casi la mayoría de los 35 millones de personas que votaron por ella viven en la pobreza, Claudia va a vivir en un Palacio, rodeada de ayudantes y militares que serán usados como sirvientes.
Tras dos horas de pláticas entre el presidente y su sucesora, la instrucción presidencial fue: dirígete al Salón Tesorería, donde AMLO transmite su mañanera, y enfrenta a los medios sin preocupación, pues habrá una prensa mansa, dócil, igual la que ha estado presente durante los casi seis años de su gobierno.
Lo más relevante del encuentro fue el compromiso que hizo a los más de 16 millones de mexicanos que no votaron por ella, a quienes aseguró que actuará de manera responsable.
Lo que es un hecho es que Claudia sigue sin poder ser ella misma, bajo el pretexto de la continuidad del movimiento y de la construcción del segundo piso de la 4T, López Obrador sugiere, insinúa, ordena y eso es algo con lo que Claudia debe romper, si de verdad quiere gobernar con responsabilidad para todos.
Estaremos pendientes de cómo serán esas consultas públicas a las que serán sometidas las reformas que ya están en el Congreso y solamente falta que los nuevos diputados alcen el dedo.
De verdad pensamos que Claudia podría realizar una presidencia diferente, fabricar una marca propia alejada de su antecesor, buscar consensos y la unidad nacional, para poder enfrentar los verdaderos problemas y desafíos que enfrenta la Nación; pero el obradorato asoma una época muy oscura para México, cuando debería ser la mejor época para nuestra patria, teniendo como líder a una mujer.