En este cierre de administración federal, Miguel Torruco Marqués, en este manejo de cifras a conveniencia, informó que de 2019 hasta el primer trimestre de 2024, se ha registrado una inversión en infraestructura turística, entre pública y privada, de $44 mil millones de dólares, de los cuales más de $12 mil millones provienen de la Inversión Extranjera Directa Turística.
De acuerdo con SECTUR, en los primeros cuatro meses del año ingresaron a México $12 mil 510 millones por visitantes internacionales, 8.2% más que en el mismo lapso del año anterior. En la primera sesión ordinaria 2024 del Consejo Consultivo de Turismo (CCT) enfocada a estrategias de planeación de la infraestructura turística y el impacto en el desarrollo urbano social, el secretario federal destacó la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y del Aeropuerto Internacional de Tulum Felipe Carrillo Puerto, además de la ampliación y remodelación de los aeropuertos de Chetumal, en Quintana Roo, y de Barrancas del Cobre, en Creel, Chihuahua.
El titular de Sectur destacó el Tren Maya, un circuito de 554 kilómetros dividido en 34 estaciones y 117 atractivos de alto impacto potenciales. Actualmente opera con los tramos Palenque-Campeche-Mérida-Cancún-Playa del Carmen.
Además, Miguel Torruco remarcó la construcción y operatividad del corredor del Itsmo de Tehuantepec, que uno a los océanos Pacífico y Atlántico con 316 kilómetros de vía férrea. Por si fuera poco, el pasado 1 de julio, al inaugurar el nuevo museo de sitio en la zona arqueológica del Edzná (Campeche), como parte de las obras complementarias del Tren Maya, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, señaló que el Tren Maya “es sin duda uno más de los grandes legados del presidente Andrés Manuel López Obrador” por lo que se comprometió a darle continuidad tanto en obras complementarias como en la recuperación del patrimonio cultural.
Esta afirmación contrasta con la opinión de los ecologistas y los ambientalistas nacionales y extranjeros que sugieren que el Tren Maya representa un daño ecológico irrecuperable e incuantificable no solo para México sino para la humanidad.
La semana pasada se prendieron los focos rojos en el sector turístico ya que a medida que pasa el tiempo y no aparecen anuncios concretos sobre el futuro de la Secretaría de Turismo Federal en el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum. Se ha acrecentado la versión de que la dependencia pasará a ser una Subsecretaría dependiente de la Secretaría de Economía, a cargo de Marcelo Ebrard.
Desde que se conocieron los resultados de los comicios del pasado 2 de junio, la industria turística teme que el desinterés por decir lo menos, que ha sufrido el sector durante el sexenio de AMLO, se intensifique en lo que será un segundo gobierno de la 4T.
Como se recuerda, una de las medidas más controversiales de López Obrador fue la desactivación del Consejo de Promoción Turística de México, órgano encargado de la promoción turística internacional de México. Es claro que los esfuerzos de promoción han sido asumidos íntegramente por el sector privado, a veces en esfuerzos conjuntos con las entidades estatales.
De ser cierto el rumor de que desaparece la Sectur Federal, se habrían cumplido 50 años desde su creación el 18 de abril de 1974, siendo presidente de México, Luis Echeverría Álvarez y el primer secretario de la dependencia, Julio Hirschfield Almada. Considero que, si desaparece la Sectur Federal, esta misma medida ocurriría en la mayoría de las entidades federativas, en esta política de replicar las acciones federales.
El futuro del turismo en México luce desalentador y la sobrevivencia quedara en manos netamente de la iniciativa privada, con el eventual y limitado apoyo de las Universidades.