Finalmente, después de un largo lustro, al interior de lsa Sección 18 del SNTE, del 6 al 9 del presente mes, se realizarán las asambleas para nombrar delegados efectivos, para que los días 10 y 11 se lleve a cabo el Congreso Seccional; cuya sede está definida en Morelia, para ser más específicos en las oficinas del Comité Ejecutivo Seccional del SNTE, pero seguramente se cambiará de última hora su ubicación ante las amenazas vertidas por las cúpulas locales de la CNTE respecto a bloquear tal proceso.
Al ser el sindicato con toma de nota mayoritaria en la entidad, en el país e incluso en América Latina, resultará clave que mediante un proceso participativo, abierto e incluyente se logre reconvertir su imagen, para que transite de ser un satélite del centralismo gremialista para dotarle de presencia estatal de peso. A qué grado pesa aún el nombre y el potencial del SNTE que ni siquiera los más radicales militantes de la CNTE consideran desafiliarse y continúan pagando puntualmente sus cuotas sindicales. La fuerza del sindicato más poderoso de Latinoamérica es indiscutible y nada desdeñable.
Por ello, en afán de conseguir una posición de poder y lograr colocar alfiles al interior del tablero institucional, la CNTE ha realizado acciones de amedrentamiento, tales como los atentados perpetrados contra las instalaciones del Comité Ejecutivo Seccional del SNTE, así como contra la Coordinación Regional de Zamora y La Piedad. La amenaza del boicot y el fantasma de la violencia se encuentran presentes.
Sin embargo, el mayor daño que se ha realizado a la Sección 18 del SNTE es la falta de representatividad y liderazgo locales, ya que en el último lustro fueron delegados especiales designados por el CEN del SNTE un guerrerense, un zacatecano, un bajacaliforniano y un guanajuatense. Los maestros michoacanos merecen ser representados por un docente local. No se olvidan los cuartelazos perpetrados en congresos anteriores, donde se ha ignorado la realización de un proceso electoral democrático para simplemente validar la decisión centralista.
Los militantes del SNTE deben esforzarse como nunca antes en concluir satisfactoriamente su proceso electoral, integrar un equipo de trabajo de michoacanos, construir unidad y trabajar al unísono por dignificar el respeto a los derechos laborales y las condiciones de trabajo de los maestros, para que continúen su impulso a la formación continua de los docentes y por armonizar los factores mencionados con el privilegio universal del derecho a aprender de los estudiantes en todas las aulas michoacanas.
Si se vuelve a imponer a un Comité Ejecutivo Seccional a modo, el desmoronamiento institucional continuará y los únicos que ganarán con ello son quienes medran con la desorganización, el caos y el estado de indefensión virtual en el que se encuentran millares de trabajadores de la educación en la entidad.
Asimismo, la construcción de una visión colectiva resolverá en muy buena medida los grandes problemas que ha ocasionado al sistema educativo estatal la división magisterial, su polarización y proceso de balcanización, en donde el fanatismo ha llevado las confrontaciones del gremio magisterial hasta la nota roja en reiteradas ocasiones.
Esperemos que se elija a un auténtico equipo de michoacanos conocedores del sistema educativo, con experiencia en defender los derechos de los trabajadores de la educación, que impulsen la legalidad y la formación docente, poniendo todo lo anterior al servicio del derecho a aprender de los estudiantes.
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