EL TREN MAYA
México está reprobado en sus compromisos por combatir el cambio climático, toda vez que los 24 mil 98 millones de pesos, recursos que estaban previstos en el Presupuesto de Egresos de la Federación para ese propósito, se destinaron a la construcción del Tren Maya.
A pesar de que este año se marcó el objetivo de realizar acciones en materia de adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático, la secretaría de Hacienda determinó que el dinero se usaría para la obra emblemática del presidente López Obrador.
Con éste, es el segundo año consecutivo que la Federación usa los recursos para proteger al planeta en el Tren Maya, cuyo objetivo, según la justificación del proyecto, es fomentar el turismo masivo, así como el crecimiento económico del sureste mexicano, pero no señala acciones específicas relacionadas con el combate al calentamiento global.
Pese a que se ha solicitado por diversos medios de comunicación información a las secretarías de Hacienda y de la Defensa Nacional sobre los montos invertidos en el Tren este 2024, las dependencias no han contestado y seguramente no lo harán.
Como podremos darnos cuenta, el manejo discrecional del dinero de los mexicanos por parte del gobierno morenista, está muy lejos de ser transparente y se presta a muchas suspicacias sobre cuál será su destino.
A falta de transparencia financiera en la obra más relevante, pero innecesaria del gobierno obradorista, el proyecto está manchado por la falta de planeación, el dispendio, el ecocidio, y los supuestos sobrecostos de más de 350 mil millones de pesos.
Los ambientalistas denuncian que en gobierno Federal no ha invertido lo convenido para prevenir el cambio climático y que no existen acciones concretas contra el impacto de este fenómeno del Tren Maya.
Por el capricho de un solo individuo, se pone el riesgo la subsistencia del planeta, y aunque se escuche dramático, representa todo un desafío para las futuras generaciones a quienes se les heredará una nación al borde del desastre ecológico.