El precio de desentenderse de la política, es ser gobernados por los peores hombres.
Platón (427 a. C.-347 a.C.) Filósofo griego
Grave error cometerá Alfonso Martínez si supone que el hecho de que Alfredo Ramírez Bedolla se haya “dignado” en recibirlo la semana pasada, significa que ha dejado de estar en la mira del gobierno estatal. Para nada. Martínez sigue siendo, y cada vez más, el enemigo a vencer, al que hay que vapulear y hundir para que llegue lo más mermado que sea posible al 27.
El gobernador recibe al alcalde, posan sonrientes para la foto y aseguran que se trabajará conjuntamente pensando en el bien de los morelianos, pero simultáneamente refrenda la orden a los diputados locales de la 4T, de iniciar una auténtica cacería contra quien por tercera vez será edil capitalino. El problema para éste, es que además de Morena, Verde y PT, deberá enfrentar en el Congreso a las famélicas bancadas del PRI y del PRD, que de facto han decidido subirse a la embestida bedollista en su contra.
Los diputados del oficialismo han recibido la orden de Casa de Gobierno de ponerle marcaje personal al alcalde y aumentar la presión conforme avance el trienio. Con lupa escudriñar sus movimientos, financieros sobre todo, y magnificar y eventualmente penalizar cualquier cosa parecida a una irregularidad. Y si no, de plano inventarme cualquier yerro. La cosa es desbarrancarlo y evitar su participación en las elecciones para gobernador del 27.
Pero adicionalmente, la mafiosa área de Comunicación Social gubernamental, liderada por la de la noche a la mañana millonaria pareja, ha recibido también la instrucción de redoblar la guerra sucia contra Martínez Alcázar, la verdadera especialidad de la casa.
El alcalde debe estar consciente que la “estrategia” de alcantarillas en su contra durante la campaña electoral, surgida desde las calles de Janitzio, será asunto de párvulos comparada con lo que le vendrá ahora: del lodazal pasará al estercolero.
Es probable que el bedollismo destine algunos recursos para obra en Morelia, pero siempre se asegurará de atribuirse las acciones que se concreten, para sacarles raja política. Y ello será solo para cubrir formalidades, porque la verdadera guerra de Alfonso Martínez será contra los diputados y contra Janitzio, de ambos frentes le vendrán los verdaderos obuses.
Martínez inició este domingo su camino final al 27. Camino para nada pavimentado, le lloverá metralla por doquier. La foto de la reunión con Bedolla de la semana anterior, es solo una mascarada y el preludio de la cacería que se le viene encima. Si no, al tiempo.
Y a la pesadilla, a la actual, ya solo le quedan 29 días.
X@jaimelopezmtz
