RENUNCIA INCÓMODA
La renuncia de Gabriel Yorio González, subsecretario de Hacienda y considerado el número dos de la poderosa dependencia, prende las alarmas financieras del país, a pesar de que el gobierno que termina y el que comienza, aseguran que hay finanzas sanas, la verdad evidencia que la economía mexicana está prendida con alfileres.
Yorio presentó su renuncia a la presidenta electa Claudia Sheinbaum con efecto el primero de octubre cuando inicie el nuevo gobierno, y aunque los motivos no fueron revelados, reflejan la preocupación del subsecretario por la verdadera situación económica en que dejará al país López Obrador y por lo que se viene.
Ya desde hace algunas semanas, existía la versión de que el secretario Rogelio Ramírez de La O, habría tenido continuas diferencias con la presidenta electa sobre el modelo económico a seguir, por lo que presentaría su renuncia, sin embargo, ante la volatilidad de los mercados y la presión de Sheinbaum de ratificarlo en el cargo, frustró su pretensión.
Pero su mano derecha, Gabriel Yorio, obligado seguramente a hacer algo en lo que no estaba de acuerdo, tomó la sabia decisión de renunciar al cargo.
Expertos economistas, organizaciones financieras internacionales, Casas calificadoras, entre otras instancias, han mostrado su preocupación por el verdadero estado de las finanzas mexicanas.
México enfrenta una recisión en puerta, una inflación que se incrementa paulatina pero persistentemente, y un manejo político de los recursos públicos, que están al servicio del capricho presidencial.
La verdadera fortaleza de la economía del país será puesta a prueba en 2026 cuando se revise el tratado comercial T-MEC; según analistas, existe una gran posibilidad de que México tenga que ser objeto de sanciones económicas impagables por la consistente violación al tratado por parte del gobierno de López Obrador.
Hay renuncias que indican que las cosas no están bien, y todo parece señalar que la de Yorio será la renuncia incómoda de fin de sexenio.