A los que les gusta mucho la plata, hay que correrlos de la política, son un peligro.
José Mujica (1935-?) Presidente uruguayo
Preocupante, el soslayo de Claudia Sheimbaum a rubros absolutamente prioritarios. En su mensaje de este martes en San Lázaro, ya con la banda presidencial en su torso, la presidenta dejó sobre la mesa sus principales compromisos. En teoría, la mayor parte de ellos plausibles, de cajón: políticas públicas orientadas a la reactivación económica, la generación de empleos, la mejora educativa, la preservación del medio ambiente, el empoderamiento de las mujeres, el aprovechamiento del nearshoring, entre otros, temas que por default deben impulsarse.
Controversiales, aunque esperados, sus anuncios de continuidad a los programas sociales de López Obrador, así como de las reformas para terminar de demoler el sistema democrático y de división de poderes del país. No era previsible que anunciara otra cosa, por ser su primer día como presidenta y por estar frente al propio tabasqueño, aunque queda la expectativa abierta de que sobre el camino, pueda matizar dichas reformas.
Pero en tres aspectos fue decepcionante y, peor aún, preocupante en grado sumo, soslayar temas de absoluta relevancia. De hecho, los verdaderos temas de México: criminalidad, salud y polarización social.
Menos de dos minutos dedicó a la criminalidad e inseguridad, y solo para advertir que seguirá la política lopez obradorista de, supuestamente, ir a las causas. Eso y nada, ya sabemos, es lo mismo, es justificar la inacción gubernamental, o lo que es lo mismo, mantener los abrazos a los criminales, no confrontarlos. Implícitamente, pues, Sheimbaum nos anuncia que si sabemos contar, con su gobierno no contemos para ir contra la inseguridad y el empoderamiento de los cárteles. Éstos podrán estar tranquilos. ¿Miedo, incapacidad, o de plano connivencia? Lo que sea, da igual. Seguiremos sin gobierno en ese tema, como también en el de salud, al cual la presidenta le dedicó igual no más de un minuto para reiterar que el programa IMSS Bienestar se mantendrá en la misma ruta, o sea en la de la inacción. Ni un compromiso para abatir déficit en hospitales y farmacias. Nada. Mensaje: lo mismo que en el caso de la criminalidad, con este gobierno naciente no contemos. Cada quien que se rasque con sus propias uñas.
Y la polarización que le hereda López Obrador, por lo visto, le tiene sin cuidado a Sheimbaum: ni una sola línea para tender la mano a la oposición y, peor, a los millones de mexicanos que no votamos por ella. Sheimbaum, debemos inferir entonces, “gobernará” para sus seguidores. Qué refrescante hubiera sido que este martes tendiera la mano a la disidencia, a los mexicanos en general, seguidores o no de la 4T. Pero nada tampoco, como si más allá de los 35 millones que votaron por ella, no hubiera nada más.
Preocupante manera de abrir su gobierno.
X @jaimelopezmtz