Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos.
Nicolás Maquiavelo (1469-1527) Diplomático italiano
Primer acto: Acepta vivir en un palacio.
Segundo acto: Acepta mantener las mañaneras.
Tercer acto: llega a San Lázaro en un automóvil modesto.
Cuarto acto: toma a Calderón como el villano favorito.
Quinto acto: su “estrategia” contra la criminalidad, abrazos, no balazos.
Sexto acto: ante un zócalo con miles de acarreados, asume cien compromisos de gobierno, sin precisar cómo se financiarán.
Séptimo acto: una indígena le hace una limpia, y eso que es una científica.
Octavo acto: repite como mantra que España debe ofrecer disculpas por la Conquista.
Noveno acto: es incapaz de ofrecer una disculpa del Estado por 200 mil asesinados, por cincuenta mil desparecidos, a las madres buscadoras, a los padres de niños con cáncer que murieron por falta de medicamentos, o por los 300 mil muertos en la pandemia por el criminal manejo del gobierno.
Décimo acto: acude a Acapulco pero solo a una reunión en la Zona Naval; para no poner en riesgo la investidura presidencial, mejor no va a ninguna colonia inundada.
¿Cómo se llamó la obra? Pues sí, ni hablar: “La calca”.