FUERA MÁSCARAS
Manuel Espino, diputado federal de Morena, propone crear una comisión especial de pacificación para abrir el diálogo con los grupos del crimen organizado en México, dice que esto no implica un pacto con los delincuentes, y explica que el diálogo no significa impunidad ni perdón de sus delitos.
El legislador detalla que la creación de esta comisión será un punto de acuerdo y que tiene el respaldo de 70 diputados morenistas. El exdirigente panista afirma que es necesaria una cultura de la paz.
Específicamente, su propuesta reconoce los altísimos índices de violencia e inseguridad en el país por lo que es necesario humanizar y pacificar a México recurriendo a las palabras.
Establece que dicha comisión estará integrada de manera plural hasta con 30 diputados de diferentes partidos y su objetivo será abrir un proceso de diálogo para el análisis y propuestas que contribuyan a restablecer nuestra convivencia de manera ordenada.
Según la propuesta, dicho propuesta de diálogo considerará como actores a las entidades públicas y privadas, a quienes sufren la violencia y quienes la generan, para que tengan disposición de rectificar y contribuir a reparar los daños que han causado.
Incluye que el gobierno se convierta en mediador en conflictos que se dan entre grupos que auspician la violencia y desde luego promover la amnistía.
Aunque la propuesta no está contemplada en el programa nacional de seguridad anunciado hace unos días por la presidenta Claudia Sheinbaum, existe la posibilidad de que sea implementada, al menos por parte del poder Legislativo.
Pero el ahora morenista debería recordar que pactar o dialogar con los delincuentes puede tener implicaciones profundas y variadas para la sociedad.
Por ejemplo, si existiera ese diálogo, podría percibirse como legitimar sus actividades, lo que podría minar la autoridad y credibilidad del estado. Además con cuantos grupos habría que dialogar, lo que sentaría un precedente peligroso donde otros grupos usen la violencia para negociar con el gobierno, esperando obtener concesiones similares.
Lo que sí es necesario es que esta violencia pare, es necesaria una reducción inmediata de la violencia y ofrecer un respiro a comunidades afectadas, dándoles la esperanza de una paz duradera.
Habrá que ver que dicen los líderes de los grupos criminales, pero ellos no quieren perder el tiempo en diálogos, ellos quieren continuar en la disputa del territorio nacional como si fuera de su propiedad.
Fuera máscaras.
