Si una mujer entra a la política, cambia la mujer; si muchas mujeres entren a la política, lo que cambia es la política.
Florentina Gómez Miranda (1912-2011) Política argentina
La idea de que el rector o rectora de la Universidad Michoacana sea definido con la participación democrática de la comunidad nicolaita, no es nueva, pero siempre se ha topado con pared por diferentes motivos. Hoy, vuelve a ponerse en la palestra porque el gobernador Ramírez Bedolla ha sido insistente en el tema. Todavía este martes, en el acto de aniversario de la institución, la reiteró como anuncio de una reforma que enviará al Congreso del Estado.
En realidad, la democracia en la llamada Casa de Hidalgo se ha tardado en llegar. Hoy, prevalece un método absolutamente antidemocrático para elegir a quien lleve las riendas de ella: una comisión integrada por ex rectores, el maestro decano y el alumno con el promedio de calificaciones más elevado, reciben propuestas, analizan y designan. Una auténtica junta de notables.
Me parece que abrir a una elección esa designación, en la que participen maestros, empleados y estudiantes, es imperativo ya en la Universidad Michoacana. No suele Ramírez Bedolla acertar en muchas de sus decisiones. Francamente creo que esta es una excepción: su idea es buena y seguramente encontrará el respaldo de la mayor parte de la comunidad nicolaita.
Evidentemente, habrá que cuidar los detalles y la logística de una elección de ese tipo, para que las pasiones no se desborden en la institución, y el proceso electoral en su conjunto vaya por cauces transparentes y ordenados, a fin de que no vaya a resultar contraproducente dar entrada a la democracia, creándose un ambiente de confrontación y aun de violencia, que no es para nada descabellado. Incluso solicitar al Instituto Electoral de Michoacán su intervención en la organización del proceso, pudiera ser una idea valedera.
En consecuencia, la designación de directores de las escuelas y facultades igualmente debiera abrirse al voto de la comunidad de cada una de ellas. Ya que en México corren vientos de autoritarismo y de pulverización de la democracia, sería una magnífica idea que las universidades públicas dieran la voz de arranque para detener esa embestida de los gobiernos de la 4T, ajustando sus decisiones a la apertura y la democracia. Y qué mejor que la Michoacana encabezara esa lucha. Veremos.
X@jaimelopezmtz
