NADA QUE CELEBRAR
El país se encuentra al borde de una crisis constitucional en caso de que la presidenta Claudia Sheinbaum no acate las resoluciones del Poder Judicial como la suspensión para eliminar del Diario Oficial de la Federación la reforma judicial, adviertes juristas y expertos constitucionalistas.
Su negativa es muy grave, pues en un Estado democrático incumplir con las resoluciones es consecutivo de un delito, al tiempo de dejar en claro que la política está por encima de lo jurídico.
Investigadores del Instituto de Ciencias Jurídicas de la UNAM aseguran que la crisis constitucional es consecuencia de una mala reforma, al no tener de manera previa las leyes secundarias o transitorias.
Habrá que recordar que el gobierno morenista de López Obrador, se caracterizó por la violación sistemática de la Ley, mal ejemplo que ahora la presidenta Claudia Sheinbaum, desafortunadamente quiere imitar, al igual que los gobernadores morenistas.
El mensaje que envían a la Corte es gravísimo, “yo solo te voy a cumplir cuando me guste tu sentencia, cuando yo considere que está correctamente dictada”, así se las gastan los de la 4T.
En un gobierno democrático cuando no está de acuerdo con una determinación primero las acata y luego la impugna, pero la presidenta Sheinbaum está dejando ver que no planea acatarla, poniendo en tela de juicio el supuesto Estado de Derecho y poniendo al país al borde de una crisis constitucional, situación inédita en la vida nacional.
Tras lo anterior, hoy que se conmemora el 210 Aniversario de la Promulgación de la Constitución de Apatzingán, donde se vertieron los Sentimientos de la Nación que dieron origen a la primera Constitución del país, no hay nada que celebrar.
Hoy la Constitución se encuentra mancillada y secuestrada por un grupúsculo en el poder, que está dinamitando la democracia mexicana, para convertirla en una dictadura de partido, como la ya padeció México con el PRI.
Existe un precepto universal que indica que las autoridades están obligadas a cumplir la ley, con ello se respeta el Estado de Derecho, situación que los morenistas, no están dispuestos a cumplir.
Este, que podría ser el verdadero momento de las mujeres se ve opacado cuando la presidenta Sheinbaum se comporta peor que su antecesor, que decepción, y eso que apenas comienza.
