TRUMP Y LAS REMESAS
Debemos reconocer que lidiar con un personaje como Donal Trump no ha de ser nada fácil, ha de ser muy desagradable, escuchar que te digan cómo te van a someter con ironía, podría considerarse hasta un insulto; eso y más es lo que han tenido que aguantar el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau y la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum.
Y aunque Trump aún no ha tomado posesión, sus amenazas son graves y deben tomarse muy en serio; su nuevo periodo al frente de la Casa Blanca, promete ser demoledor contra todo lo que afecte su postura, ultraconservadora y que afecte su proyecto de Nación, basado en el poder de su economía.
Sus amenazas de imponer aranceles, realizar deportaciones masivas, desconocer como ciudadanos estadunidenses a hijos de migrantes ilegales nacidos allá, hasta la “invasión suave” que pretende hacer en México para acabar con los capos de la droga, son situaciones que pondrán a prueba todo el talento y la capacidad política de la presidenta para buscar negociar con él.
Y la nueva amenaza, puede ser la más preocupante de todas; Trump impondrá obstáculos en el envío de dinero desde Estados Unidos hacia el exterior; esta medida, afectará las remesas que son una fuente vital para muchas economías de América Latina como en el caso de México.
Las remesas enviadas por migrantes mexicanos en Estados Unidos son cruciales para la economía nacional. En 2023, las remesas representaron aproximadamente el 3.5% del PIB de México.
En términos de monto, en 2023, las remesas alcanzaron la cifra de 63,313 millones de dólares, superando el record anterior y representando un crecimiento anual del 7.6 por ciento; y se espera que este porcentaje aumente a 3.7% en 2024.
Las remesas no solo ayudan a las familias receptoras a cubrir gastos esenciales como alimentación, salud y educación, sino que también tienen un impacto positivo en el desarrollo económico local, la infraestructura y la lucha contra la pobreza.
Si hubiera una disminución drástica de las remesas, las consecuencias podrían ser graves. Las familias que dependen de estas transferencias enfrentarían dificultades económicas significativas, lo que podría aumentar la pobreza y la desigualdad.
Además, la economía local de muchas comunidades, especialmente en áreas rurales, se vería afectada negativamente, ya que las remesas representan una fuente importante de ingresos.
Por la importancia que tienen las remesas en la economía nacional, su disminución sería devastadora economía nacional, y si a eso le sumamos la posible desaparición o expulsión de México del tratado comercial TEC-MEC, el futuro económico de nuestro país se pronostica muy, pero muy complicado. Sino al tiempo.
