La política es demasiado seria como para dejarla en manos de los políticos:
Charles de Gaulle (1890-1970) Político francés
Pocos resultados entregó Leonel Godoy como gobernador de Michoacán, pero debe reconocerse que tomó una medida plausible: prohibir la realización de palenques en la entidad.
Empero, que estén prohibidos no significa que no se organicen, casi siempre con funestos resultados. Y la razón esgrimida por Godoy sigue siendo válida: no hay evento de ese tipo que no tenga injerencia del crimen organizado. Y como era imposible para el gobierno desvincularlo, Godoy optó por lo sensato: por ley, prohibir las peleas de gallos.
La masacre la noche del domingo en Tingambato, en el que perdieron la vida cuatro asistentes a un palenque clandestino, y decenas resultaron heridos, solo es una muestra del indisoluble nexo “gallos-cárteles”.
Afortunadamente, ninguno de los sucesores de Godoy dio marcha atrás en dicha prohibición, y ésta se mantiene vigente. El problema, ciertamente, es que en la clandestinidad siguen operando casi siempre bajo el cobijo de los alcaldes. Y las masacres siguen a la orden día, porque para su realización es imprescindible el visto bueno del jefe de plaza. Si falta, y alguien pretende irse por la libre, ahí están las consecuencias.
De ahí que resulte urgente la implementación de medidas más drásticas para que la prohibición legal para las peleas de gallos se traduzca en hechos. Primero, penas severísimas para organizadores de esos eventos, y segundo, vigilancia policiaca más eficiente, sobre todo en las comunidades que tradicionalmente son escenarios de palenques en la clandestinidad. Y lo más importante: concientización ciudadana sobre el riesgo de acudir a esos lugares, donde es altamente probable que la vida esté permanentemente en riesgo.
No faltarán los defensores de “la libertad” para organizar peleas de gallos. A menos que no nos alarmen las masacres que suceden en estos lugares, sigamos haciéndonos de la costa gorda. Tingambato es solo una evidencia de que los palenques son sinónimo de la ruleta rusa. No nos arrepintamos luego si como sociedad no le ponemos un alto a las masacres en esos espectáculos.
X@jaimelopezmtz
