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domingo, marzo 2, 2025

SILVANO: LAS DOS CARAS DE LA MONEDA

El eslogan “sigue adelante” ha resuelto y resolverá siempre los problemas de la raza humana:
Calvin Coolidge (1872-1933) Presente de Estados Unidos

Sí parece haber irregularidades en la construcción de los cuarteles de la Policía michoacana, especialmente las relacionadas con posibles sobre precios, que representan el eje central, jurídicamente hablando, de la detención de cuatro colaboradores del ex gobernador Silvano Aureoles, amén de la orden de aprehensión contra éste.

Empero, es incuestionable que si Aureoles se hubiera afiliado a Morena, hoy no tendría que andar a salto de mata para evitar su detención.

Al evaluar la documentación presentada al juez por la Fiscalía General de la República para sustentar la solicitud de las cinco órdenes de aprehensión, sí se encuentran elementos, al menos de duda, para suponer que los señalamientos tienen una dosis razonable de veracidad, que en todo caso deberán ser dilucidadas por la propia justicia.

Sin embrago, tampoco parece haber dudas que a Aureoles le falló el cálculo político para entender que sí había una manera de no pasar el trago amargo de un proceso penal en calidad de prófugo: haberse afiliado a Morena, o por lo menos a alguno de sus partidos satélites.

Las evidencias abundan: Bartlett, sí, Bartlett, no solo anda quitado de la pena sino encaramado en lo más alto del poder público, pese a su trayectoria ligada siempre a la corrupción y hasta a los homicidios. Cuauhtémoc Blanco tiene una denuncia penal abierta por presunto intento de violación contra su media hermana, pero el fuero que le da Morena, vía la diputación que le regaló, le garantizan jamás pisar la cárcel. Alejandro Murat dejó un boquete de miles de millones a su paso como director del Infonavit, pero afiliarse a Morena le dio la inmunidad necesaria para que nadie le moleste con esas “minucias”. A Miguel Ángel Yunes pasarse a las filas morenistas le ha permitido que la carpeta azul que el mismísimo López Obrador afirmaba existía con toda su corrupción en el gobierno de Veracruz, sea enviada al bote de la basura.

La joya de la corona es Rubén Rocha Moya, quien admitió que nadie gobierna Sinaloa si no es con el consenso con el cártel de su estado, y que además fue señalado de responsable para confabular la detención del Mayo Zambado, y acusado por el asesinato de su adversario político Héctor Cuén Ojeda, y sin embargo sigue como la fresca mañana. Y ya ni hablar de la corrupción comprobada a los tres hijos mayores de AMLO. Ejemplos de ese tenor brotan a raudales, con la “coincidencia” de que en todos los casos fueron políticos “perdonados y purificados” al cruzar el umbral cuatroteísta. Lo de Silvano Aureoles debe verse en esa doble pista: sí parecen fundadas las acusaciones en su contra, pero palidecen frente a las que pesan sobre muchísimos encumbrados morenistas; eso no le exime de responsabilidad, claro. La diferencia es que, como en toda dictadura, si eres parte de la élite del poder, podrás cometer los ilícitos que sean, y la inmunidad será eficaz y permanente. Pero cuidado con que cometas un acto delincuencial desde la trinchera opositora, porque entonces sí se te aplicará todo el peso de la ley, y más. Es claro que Silvano no lo entendió a tiempo. X @jaimelopezmtz

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