El éxito es obtener lo que quieres; la felicidad es querer lo que obtienes:
W. P. Kinsella (1935-2016) Novelista canadiense
Con una pizca de sensibilidad, sentido común, humildad e incluso de patriotismo, Claudia Sheinbaum invitaría un café a Ricardo Anaya para que le ampliara la propuesta que formuló este martes en la tribuna de la Cámara de Senadores, para que México transite, con los menores raspones posibles, la implementación de los aranceles ordenados por Donald Trump a las exportaciones mexicanas y canadienses.
El mensaje del legislador panista no tiene desperdicio: primero reconoce el cambio de política gubernamental con relación a la criminalidad, al dejar atrás los abrazos a los delincuentes, para ahora sí combatirlos. Luego advierte que el populismo de derecha de Trump es exactamente igual al de López Obrador, supuestamente de izquierda: se cobijan en que las medidas que toman son ordenadas por los votantes; que para eso tienen mayoría legislativa; que no es necesario escuchar las voces disidentes porque ellos tienen la verdad absoluta, y que ante la realidad de los números, ellos siempre tiene sus “otros datos”.
Anaya resalta incluso que es momento de unidad ante el embate económico de Estados Unidos y llama al gobierno, a la 4T y a la oposición, a formular una postura conjunta “sin adjetivos” del estado mexicano, firme, institucional y contundente. Se trata, dijo, de que Trump vea que hay un cierre de filas del estado mexicano.
Recordó que lo único que puede hacer cambiar de opinión a Trump con respecto a sus demenciales aranceles, no será el zócalo lleno de acarreados el próximo domingo, sino perder la frágil mayoría que tienen los republicanos en las dos cámaras. Y de ahí definió sus propuestas a Sheinbaum y a la 4T:
Una, imponer aranceles de regreso “con inteligencia”, sólo donde le duela a los votantes de los congresistas que hoy hacen esa mínima mayoría republicana, sobre todo de estados como Nuevo México y Texas.
Dos, convocar a una reunión inter parlamentaria con los mejores perfiles de todas las bancadas, para provocar que la presión a Trump venga de sus propios congresistas.
Y tres, que la 4T reconozca al elefante en medio de la sala, porque esta crisis de aranceles es auto generada, porque los abrazos y no balazos están cobrando factura; un mes de combate al crimen no borran esos abrazos. Hagamos el compromiso de que el combate al crimen se sostenga como política pública todo el sexenio, arengó.
La verdad, para guardarse esos seis minutos en tribuna de Anaya, pero sobre todo para que Sheinbaum le tome la palabra. Si no quiere invitarle un café en Palacio, al menos que pida el video de la sesión de este martes en el Senado. Un o una estadista lo haría. X@jaimelopezmtz